Gobierno e indígenas

Bladimir Proaño

¿Qué hacer para terminar con las protestas? Sencillo, dialogar. El diálogo es la mejor herramienta para resolver los problemas que implican a personas o a pueblos y puede ser útil la figura del mediador. Sobre qué deben sentarse a conversar gobierno e indígenas: tiene que ver con el modelo económico. El gobierno de Lasso no puede minimizar la afirmación de Iza cuando expresa que el presidente sigue al pie de la letra las imposiciones del FMI. Debe invitarle a este diálogo, o ir a dialogar, es decir deben cederse posiciones y fijar fecha, lugar y hora.

Este panorama nos hace recordar lo experimentado en las décadas de los 80s y 90s, cuando los mismos actores sociales de ahora: trabajadores, indígenas, transportistas, reclamaban a los gobiernos de turno que dejen de aplicar las recetas del FMI: como subida de impuestos, eliminación de subsidios, reducción del gasto público, etc. para estabilizar la economía y siempre se terminaba en paralizaciones. El descontento social era la tónica y la culpa de todo el FMI. Con la dolarización, la economía se estabilizó, la inflación y la devaluación de la moneda nacional desaparecieron. El objetivo de política económica como el control de la inflación se alejó desde hace rato, hasta que ahora vuelve al debate nacional; y por supuesto ahora, exacerbada por los problemas de pandemia, la guerra y la logística de la provisión de insumos. El sistema de producción agropecuario es el punto central del diálogo entre gobierno e indígenas. 

Tres de los diez pedidos de la CONAIE tiene que ver con el tema de los precios; y esto implica, analizar los sistemas agropecuarios y agroindustriales. Entender sus componentes, tipos y características ayudará a la solución de buena parte de los problemas indígenas y concretar un apoyo con recursos provenientes de la Reserva Internacional que al menos hasta abril de 2022 llegó a los USD 9.125,7 millones, la más alta desde enero de 2018. Otro acuerdo importante es el tema de la focalización de subsidios… (O)