Protervos

Santiago León

La democracia es lo que menos les importa a ciertos politiqueros. Si no ganan en las urnas, buscan desestabilizar al país a razón de las manifestaciones del pueblo. Poco les importa que las ciudades estén incomunicadas, sumidas en la escasez y sus habitantes siendo víctimas de los vándalos. Eso es lo de menos. Aquí lo que tratan es de imponer su agenda política a las buenas o a las malas. ¿Y si hay muertos? Eso es culpa del gobierno que no se ha dejado derrocar. 

Las manifestaciones indígenas, que tienen sus motivos, fueron subiendo de tono. Desde el cierre de las vías, pasaron a cortar servicios básicos, asaltar a comercios, atacar convoyes con alimentos, tomarse estaciones eléctricas, cerrar pozos petroleros, vandalizar instituciones públicas, agredir bienes privados, contaminar el suministro de agua potable con aceite quemado y negar el paso de ambulancias. Su respuesta: son grupos ajenos a las marchas.

Por otra parte, la población ha llegado al punto del asedio. Se han convocado a marchas como respuesta a tanto amedrentamiento, de los supuestos manifestantes que arrasan todo a su paso. Hemos llegado a un punto de una confrontación civil. Ciudadanos que desean ir a sus lugares de trabajo, sus centros de estudios o circular libremente sin ser agredidos. La población trata de recuperarse del fuerte golpe de la pandemia, pero por los intereses políticos una sociedad se derrumba de a poco. 

Necesitamos que los diferentes sectores se sienten a dialogar, para que establezcan la hoja de ruta que nos saque de esta encrucijada.

Y para rematar algunos sectores de oposición han iniciado una campaña para convocar a nuevas elecciones. Es que si no están en el poder hacen todo para recuperarlo y quedarse enquistados por décadas. Aprovechan la crisis para generar más caos. Si no ganaron en las urnas, respeten lo que decidió el soberano y trabajen por el bien de la población y no por sus intereses. ¡Sinvergüenzas! (O)