Andrés Chiriboga: “Necesitamos un ritmo de aprendizaje adecuado”

Nivelación y contención emocional, según el viceministro de Gestión Educativa, se dará a los estudiantes en el próximo año lectivo. Cortesía

La Sierra y la Amazonía cierran un nuevo año escolar. ¿Qué pasó en este año lectivo?

Hemos tenido un año escolar con incidentes. No inició en presencialidad plena por la emergencia sanitaria, pero progresivamente se fue ajustando cada vez a más instituciones y estudiantes que se fueron encontrando en las aulas. Recién a partir del mes de abril de este año pudimos contar con un sistema nacional de educación 100% activo.

Esto quiere decir los dos regímenes funcionando al mismo tiempo con más de 16.000 instituciones activas y más de 4.3 millones de estudiantes en las aulas… Con estos antecedentes hemos empezado a tener un periodo de recuperación en el sistema nacional de educación que se vio afectado entre un 35 y 38% por efecto de las manifestaciones. Pero la mayor parte del país siguió en la presencialidad con los procesos de evaluación.

La infraestructura ha sido un problema para las instituciones educativas en el regreso a la presencialidad

El trabajo del Ministerio de Educación es gigantesco, no solo educa, sino que tiene que encargarse de las condiciones adecua- das para esa educación. En ese sentido hemos identificado problemas de infraestructura que ya se vienen trabajando. En el primer año de Gobierno hemos logrado intervenir en el 42% de las instituciones a nivel nacional de manera total o de manera parcial, y esto es un gran avance.

Nosotros sabemos que mientras exista una sola institución educativa que se encuentre rezagada en su atención, va a haber un reclamo legítimo de parte de la comunidad. Pero es importante señalar que hemos avanzado en más de 5.200 instituciones educativas y esto es bastante, no es poco, es una cifra importante.

Hay que tener en cuenta que nos da aliento para alcanzar a dar mantenimiento a las 12.000 infraestructuras de sostenimiento fiscal que afortunadamente tenemos en el Ecuador.

Otro problema en este proceso ha sido la situación psicológica de los estudiantes. ¿Qué pasa allí?

Los estudiantes vienen de una para de dos años absolutamente alejados de las instituciones. Nosotros vimos en el mes de abril, en muchos casos, cómo instituciones emblemáticas en las ciudades albergan estudiantes que era la primera vez que se veían, que no conocían a sus compañeros porque habían sido matriculados en un año lectivo que no empezó con la presencialidad.

Esto nos pasó en todo el país… Las afectaciones implican desde conocerse hasta interactuar, desde aprender a aprender, porque, inclusive en las mejores condiciones de virtualidad, no se contaba con un respaldo adecuado porque hay ciertos procesos de aprendizaje que se realizan de mano de los docentes. Y obviamente esto nos ha afectado como país, y recién en el siguiente año podremos realizar un proceso de relación completa en ciertas instituciones.

La nivelación también ha sido un tema necesario en este regreso a clases. ¿Cuál es la situación pedagógica de los estudiantes?

Nosotros necesitamos retomar el ritmo de la presencialidad. El informe de la Unesco decía que, entre siete y diez años se perderán en la región, en Latinoamérica, porque necesitamos volver a aprender. Hay gente que piensa que esto es como una computadora, que se apaga un día y se prende al año y las cosas están como al principio, pero no es así. Durante estos dos años no solo se dejó de aprender, sino que nos acostumbramos a otra forma de aprender. Necesitamos un ritmo de aprendizaje adecuado y esto es lo que más probablemente nos cueste.

Con todo ello, hay retos para el nuevo año lectivo que inicia en septiembre

Sí, y el primero será la nivelación y darles contención emocional porque sabemos que los estudiantes requieren eso. En estos momentos hay que decir que es importante encontrarnos como sociedad. Hay heridas que están abiertas. Creemos que el sistema nacional de educación puede ayudar en ese proceso, de volver a encontrarnos con nuestras familias, con nuestros vecinos, amigos, y volver a escribir una historia nacional.

Otro de los objetivos que deberán continuar es con la reapertura de las escuelas rurales. ¿Cuántas se reabrirán este año?

La oferta del presidente en campaña fue reabrir 1.000 escuelas en los cuatro años de Gobierno. Nosotros ya hemos abierto en el primer año 100. Este año tenemos apuntado a abrir 135 instituciones más aproximadamente, y con eso llegar a una cifra al siguiente año con mayor inversión y avanzar más rápido.

Estamos enfocados en reabrir esas escuelas pequeñas porque son una opción, pero también estamos construyendo cuatro ins- tituciones educativas que atenderán, principalmente, a pueblos y nacionalidades. Creemos que, por supuesto, en los lugares que son muy lejanos, las instituciones pequeñas son la solución, pero en los lugares rurales, con poblaciones importantes, necesitamos avanzar con construcción de instituciones grandes. La solución no puede ser solo la una o la otra, como se nos tenía instruido en el país. Se pueden avanzar en los dos frentes. (AWM)-(I)