Difícil de creer

Juan F. Castanier Muñoz

-Sabía usted que, en una votación importantísima efectuada en la Asamblea Nacional, el martes último, y en la cual se decidía, nada menos ni nada más, que la destitución del Presidente de la República, cuatro computadoras correspondientes a tres legisladores de la ID y a uno de CREO, registraron los votos de manera errónea, adjudicando un SÍ (a favor de la destitución presidencial), antes de que los parlamentarios hayan procedido a hacerlo? Coincidencialmente, los cuatro legisladores representaban criterios en contra de la destitución presidencial. ¿Qué hubiera sucedido si la destitución del Presidente Lasso dependía, numéricamente hablando, de aquellos cuatro votos? La Asamblea, sus directivos y las autoridades pertinentes le deben una explicación contundente y honesta al país.

-Sabía usted que, durante el proceso de votación en referencia, nutridos grupos de personas vinculadas al movimiento político Pachacutik se acercaron en tumulto a las viviendas de algunos de los legisladores miembros de dicha agrupación para presionarlos, “muy comedidamente”, a fin de que voten según la consigna partidista. En algunos casos, aún bajo la amenaza de atentar contra bienes de su propiedad o familiares de su entorno? Será una realidad no muy lejana que las votaciones en la Asamblea Nacional tengan que llevarse a cabo mientras una turba mantenga rodeada y bajo amenazas las casas y las familias de los legisladores, en sus respectivas circunscripciones?

– ¿Sabía usted que las votaciones legislativas del martes último fueron seguidas con avidez desde Bélgica, México y algunas cárceles del país? Y es que la posibilidad de la destitución del presidente Lasso había provocado, el refrescamiento de aquella máxima que “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Y es que el Ecuador, pródigo en riquezas, lo es también en el número y la ralea de “pescadores”, que sueñan con comisiones de la verdad, con amnistías, con indultos y, sobre todo, con el acariciado sillón de Carondelet. ¡Qué pena, que al menos por hoy, que se les derritieron los helados y se quedaron con la bata alzada, tengan que seguir rumiando sus obsesivos sueños! (O)