Alguacil alguacilado

Alberto Ordóñez Ortiz

Las pasiones son malas consejeras. Suben la presión. Producen taquicardia. Agrían el carácter. Sacan de quicio y hay un dolor que no se va ni a bala. ¡Así! ¡sí! así debe sentirse señor Correa, usted el condenado a “cana” en bolas de casos. Mal debe estar. Con la lengua verde. Con el medidor de la presión en el brazo y sin Ricardo Patiño, el que le calmaba todo. ¿Será? Allá, ustedes. ¿Y por qué todo esto?, pues acaba de recibir 2 mortales reveses. El primero, durísimo como la cárcel de Latacunga (la que le espera con los brazos abiertos). Se trata, de que más si no, de la derrota –con infiltrados y todo- en la destitución -vía paro o Asamblea- de Lasso –quien, por ese no sé qué de interés bancario, no agrada a muchos- Se dice que Ud. ya se recolocó la banda presidencial: su souvenir que se llevó de Carondelet. Que los que están en México y Venezuela, que son PhD en manejo de fondos públicos, estaban listos y que su primo Pedro Delgado, también. 

El segundo revés: el regreso del doctor Iván Saquicela Rodas a la presidencia de la Corte Nacional de Justicia con el voto unánime y aplauso de todos. Se quedó ¡qué dolor! sin poder meter una vez más las manos en la justicia y sin sacar a sus panas presos y a los que, ya mismo. Debe dolerle aún más que quien le condenó –el doctor Saquicela- a 8 años de prisión en el caso “Sobornos”- regresara a la Corte por todo lo alto. Le falló todo. Por eso debe ser que tiene sarpullidos hasta dentro del occipucio: la unión de cráneo y vertebras, un por si las moscas. Hágase una limpia, aunque sea con los brujos belgas, que por belgas no dejan de ser brujos y por brujos no dejan de ser belgas, y porque entre belga y belga puede estar su cura. Deje que le quiten ese dolor en las bolas… de los ojos que le mata. !Haga caso!

Pero aún hay algo sombrío: se afirma que el remitido con que Lasso niega que el audio con que Morillo, vocal del CNJ. le implica en un pedido para que la justicia dejara a la Llori –cuando convenía- como presi de la Asamblea no tendría por qué terminar en un simple remitido. El país espera de pie que Ud. inicie las acciones que le restituyan la honra que ese tal Morillo puso en duda. Entre tanto, “Gloria a Dios en las Alturas”.  (O)