La ruta del golpismo constitucional

Gerardo Maldonado Zeas

En esto de planear los golpes de Estado constitucionales, hay que tener precisión de cirujano y paciencia, coincide la historia. Arrancó desde el primer día de la elección de Guadalupe Llori como presidente de la AN; los torpedos de UNES y el PSC a quienes no les gustó su estilo, fueron permanentes y sostenidos. El “delito” de ser democrática y manejar con normas la AN, le costó la presidencia.  Finalmente la destituyeron, para en la enramada colocar a su nuevo “amigo” Virgilio Saquicela.

En el CPCCS, en ese entonces, controlado por la sobrina del “guacharnaco” Almeida, se hacía maromas para postergar la renovación de los personeros de las entidades de control, trabajando por debajo para incidentar las sesiones, interpretar la ley a su manera, y hacer peligrar la institucionalidad del país. Cambiaron a la presidenta, pero la mayoría desestabilizadora persiste.

Luego el dúo Murillo & Morillo del Consejo de la Judicatura, suspendieron al legítimo presidente de la CSJ Iván Saquicela, valiéndose de una ridícula denuncia, provocando vergüenza nacional e internacional. Durante cuarenta días, el país sintió que le metieron la mano a la justicia con grosería, hasta que Saquicela regresó a su cargo de manera honrosa.

El paro de junio demostró, que aparte de los indígenas, actuaban guerrillas urbanas, grupos como UNES, PK y los rebeldes, nueva categoría de la política ecuatoriana, para destituir al presidente Lasso con las concebidas piruetas constitucionales. En una sesión virtual entre lamentos, gritos, y piratas informáticos, por poco logran torcer la voluntad de unos cuantos asambleístas. Las amenazas de muerte, agresiones, y maldiciones a quienes no votaron por la destitución del mandatario, quedaron en el olvido.

El “corte de cabeza” de Yeseña Guamaní fue crónica de una muerte anunciada. ¿Cuál fue su pecado? mocionar una probable consulta a la Corte Constitucional. Al fin fue destituida de su cargo administrativo; y claro, como todo es parte de la ruta, nombraron a la ultra correista, la presentadora de TV Marcela Holguín, como primera VP de la AN, y al rebelde Pereira (exPK) como segundo VP. Los del PSC como siempre, no quieren enredarse en estos cargos, pero manejan todo y ya tienen a “baby” Torres como primer vocal del CAL. Ahora arrasarán sin miedo; por esto, en seguida, ya aprobaron la ley de Comunicación, igualita a la ley mordaza de la época correísta, que reinstaura la censura previa. El presidente Lasso deberá vetarla en su integridad, sabiendo que los enemigos todavía tienen 2 años y 10 meses para alcanzar la meta. (O)