Depurando andan      

CON SABOR A MORALEJA Bridgert Gibbs Andrade

Jorge Guamán, prefecto de Cotopaxi, fue detenido junto a ocho personas en el operativo Depurativo 1. La Fiscalía lo investiga por presunta delincuencia organizada. En el Banco Atlántida de Nicaragua existe una cuenta con 30 millones de dólares a nombre de su hija, Sisa Guamán. Este dinero se habría desviado de fondos públicos de la prefectura de Cotopaxi. Mientras tanto y sin ningún desparpajo, su hija publica un sinnúmero de fotos en Cancún, Barcelona y otros destinos del jet set de los nuevos ricos. El sueldo del papá de Sisa es de 4.267 dólares; cifra con la cual no puede costear una vuelta al mundo en 80 días y menos los viajes de su heredera.

A Guamán le prohibieron salir del país y usar grillete electrónico. El último grito de la moda entre los corruptos. Su abogado, que también es representante de Iza -el cabecilla del paro nacional- exigió transparencia en la investigación e independencia en la justicia. Algo utópico en un país donde el sistema judicial está viciado por los compinches de los que patrocinaron el levantamiento indígena.

Guamán quiso ser cura cuando de joven, en radio Latacunga, una estación diocesana fundada con el fin de evangelizar a los campesinos, laboró como locutor. En buena hora desistió de vestir la sotana. Ya me imagino las cuentas alegres dentro de su parroquia.

Uno de sus principales asesores es Leonidas Iza Quinatoa, tío del presidente de la Conaie. Bacigalupo, legislador por Cotopaxi, ha reprochado la gestión de ocho años de Guamán en la prefectura. Según él, la Fiscalía rastrea sus pasos desde hace un año por supuestos cobros de comisiones por contratos o cargos públicos, fraudes en la compra de gasolina para los vehículos del gobierno provincial y compra de bienes a través de testaferros. Señaló que el prefecto fue uno de los que financiaron el último paro nacional convocado por la Conaie en el que los contratistas cerraron las vías con sus maquinarias y volquetas, amedrentaron a los pobladores y dieron alimentos a los que se movilizaron. Igualito a lo que hizo en Pichincha la prefecta más guapa de nuestro lindo Ecuador.

Ya que depurando andan a los corruptos, la Fiscalía debería montar el operativo Depuración 2 y apresar a los cabecillas del paro indígena y a los legisladores con rabos de paja y conciencias más oscuras que los agujeros negros del espacio. Digo nomás… (O)