Dale el burro….

Aurelio Maldonado Aguilar

Toda la justicia ecuatoriana y su organización patojea de la forma más clamorosa. Las argucias y desvergüenzas son tan francas y visibles, que el hombre más mentiroso e inescrupuloso queda como un varón sin rastro de mentira. Nuevamente el burro a la cebada. Otro juez, un Dr. Molina que para hacer más visible la felonía, tiene varias causas en su prontuario judicial y además afirman que, en el momento de despachar su fallo, se encontraba impedido de tener acciones en su despacho y con todo esto, concede un habeas corpus a los angelitos de Glas y Salcedo, delincuentes juzgados y por juzgar, alegando que se encuentran delicadísimos de salud y deben ser tratados permanente y oportunamente. Sin duda las paredes de la celda del convicto Glas, empiezan a sudar sangre como la vez anterior y las supuestas mialgias le producen tal dolor que no puede levantar un papel, pero si levantó el santo y la limosna del sufrido estado cuando fue parte de la trinca, la misma que se dejó escuchar en la investidura de Petro, berreando en contra de Lasso, donde caras jubilosas y sonreídas que se encuentran prófugas por maleantes, corruptos y ladrones, se congregaron bajo el ala de otro truhan que apenas toma el mando de Colombia, firma el primer decreto subiendo los impuestos a los que llama ricos, aclarando así, que su resentimiento social desde que fue guerrillero no pasó y grava pesos tributarios a los emprendedores que dan trabajo y crean riqueza para ellos, el pueblo y grupo trabajador de las empresas. Las discusiones, argucias, interpretaciones del monstruo constitucional que nos rige y que fue engendrado en Montecristi exprofeso para mantenerse en el poder autocrático legalizado, va arrinconando al estado como tal y atando de manos y tirando al traste cualquier posibilidad de adelanto democrático, volviendo al Ecuador en un país ingobernable, donde agresivos vándalos autores de innumerables y gravísimos atentados de todo orden perpetrados en las revueltas mal llamadas de resistencia, imponen su agenda al gobierno timorato que, por tratar de evitar conductas drásticas y severas contra el indigenado, acepta dócilmente las imposiciones en las mesas de dialogo, a pesar de que los desmanes callejeros siguen con la amenazante bandera de las agresiones y paralizaciones. La encrucijada democrática es peligrosa y poco a poco vamos acercándonos a momentos de graves crisis, que penosamente vendrán al no poder solucionar de forma racional nuestra suerte, fundamentalmente por la corrupción entronizada y cruel. (O)