La precaria desconexión digital de los trabajadores españoles

Madrid (EFE).- El derecho a la desconexión digital sigue siendo una asignatura pendiente en la gran mayoría de las empresas españolas, con una cultura laboral marcada por el «presentismo» en un entorno cada vez más hiperconectado, del que los trabajadores tampoco terminan de escapar durante las vacaciones, como ahora, en el verano.

Según expertos, aunque este derecho está recogido en varias normas, la digitalización creciente y la extensión del teletrabajo a causa de la pandemia comprometen más su cumplimiento.

Reclaman, por ello, planes de acción con medidas concretas que hagan efectivo ese derecho y endurecer las sanciones.

Un estudio reciente de la empresa de colocaciones Adecco indica que el 37 % de los españoles sigue trabajando después del horario laboral tres días a la semana; y el 59 % de los empleados mira el correo electrónico fuera de su jornada una media de cuatro días.

«En un entorno digital hiperconectado, desconectar de nuestro trabajo es más difícil de lo que lo era para las anteriores generaciones», concluye Adecco.

«Hay un incumplimiento sistemático del derecho a la desconexión, posiblemente herencia de nuestra cultura presentista y de improductiva prolongación de las jornadas de trabajo», denuncia el responsable de Digitalización del sindicato UGT, José Varela.

«Debemos pensar en cómo impulsar medidas que hagan efectivo el derecho a la desconexión digital», incide el secretario de Estudios de otro sindicato, CCOO, Carlos Gutiérrez.

Señalan, como ejemplo, que del total de convenios laborales firmados en lo que va de año, «en apenas un 12 % se hace mención a este aspecto y únicamente tres desarrollan realmente este derecho».

MÁS HORAS EXTRA Y CONSOLIDACIÓN DEL TELETRABAJO

Y todo esto en contexto de consolidación del teletrabajo y un repunte de las horas extraordinarias trabajadas.

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), el 13,2 % de los ocupados españoles trabajó en casa en el segundo trimestre de 2022, un punto y medio menos que en igual periodo del año anterior y casi seis por debajo de los máximos de 2020, cuando estalló la infección del coronavirus.

Sin embargo, el dato sigue por encima de los niveles anteriores a la pandemia, cuando este porcentaje era del 8,3 %.

Por otro lado, la EPA contabilizó 6,64 millones de horas extraordinarias trabajadas en España en el segundo trimestre, más de medio millón por encima de las del mismo periodo de 2021, de las que solo el 50,7 % fueron remuneradas.

«La semana laboral de los trabajadores en remoto aumenta alrededor de unas tres horas y media (…) porque tener el ordenador del trabajo en casa hace que tarden más en desconectar», explica la profesora de EAE Business School Maite Moreno.

 Aunque la desconexión digital es un derecho recogido en las principales leyes labores españolas y otras, los especialistas coinciden en que ese derecho no siempre se cumple.

HIPERCONECTADOS Y SIN MEDIDAS CONCRETAS DE PROTECCIÓN

«El teletrabajo ahonda más en la hiperconectividad y en la prolongación de las jornadas», resalta el responsable de UGT, quien matiza que el incumplimiento de la desconexión digital también afecta a los empleados que trabajan presencialmente.

La presidenta del sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social, Ana Ercoreca, apunta que, en Portugal, la legislación impide al empleador enviar correos a los trabajadores fuera de la jornada laboral, mientras que en España lo que se prohíbe es solo la exigencia de responder a ellos.

«Aunque la ley deja un amplio margen a la negociación colectiva para completar esta regulación, por el momento son pocos los convenios laborales que la mencionan», constata el profesor titular de Derecho del Trabajo de la Universidad de Valencia (este español) Daniel Toscani. EFE