Cuando hablamos de disfrutar de la naturaleza en estado puro, Cuenca y la provincia del Azuay ofrecen muchas posibilidades y a prudencial distancia, como el Bosque Protector Aguarongo, ubicado en la parroquia Jadán a 3200 metros sobre el nivel del mar, con 2082 hectáreas de bosque primario, fuentes de agua y humedales que alberga una exuberante biodiversidad, espacio ideal para hacer interpretación ambiental, investigación, avistamiento de especies nativas, actividades recreativas, formativas y de aventura.
Estratégicamente ubicado en una colina entre valles, con una temperatura agradable pese a la altura, el Bosque Protector Aguarongo, entre los valles de Cuenca y Gualaceo, se extiende desde la parroquia Jadán hasta San Juan, haciendo como una especie de terraza natural a los poblados de El Carmen, Zhidmad, Santa Ana, Lalcote, San Juan y otras poblaciones que se desarrollan en su entorno y en las subcuencas de los ríos Jadán y Santa Bárbara y tienen al Bosque como proveedor del líquido vital y más servicios ambientales. Además, desde el punto de vista turístico, es de mucha importancia porque cuenta con un Centro de Gestión Ambiental muy bien equipado de infraestructura hotelera con cabañas, sala de uso múltiple, auditorio, cocina, comedor, áreas para acampar, rutas para caminatas cortas y largas, avistamiento de flora y fauna nativa y una hermosa secuencia de miradores que permiten una panorámica espectacular del Valle de Cuenca.
Visité muchas veces el Bosque Protector Aguarongo cuando su gestión estaba a cargo de la fundación Rikcharina y disfruté de sus servicios en actividades académicas, sociales, reportajes, fotografía, excursión y senderismo. He regresado muchas veces, después, lamentablemente estos servicios dejan mucho que desear. Sería interesante que los candidatos a la Alcaldía del cantón Gualaceo, se comprometan y expongan su visión y proyecto sobre el manejo del Bosque Protector Aguarongo y su Centro de Interpretación Ambiental. (O)
