Nueva terna al CJ 

Edgar Pesántez Torres

En la década de los noventa se quiso parangonar el giro de la Revolución Copernicano al de la Revolución Ciudadana. Así, un cantante lojano, primo del ex presidente Jamil Mahuad Witt, se hizo eco del asesorado y siguió su discurso verborrágico, echando por la borda todo principio de clásicos juristas. Efectivamente, a Galo Mora Witt le escuché en una entrevista por la Tv. decir que, el pensamiento del Barón de Montesquieu era anticuado para la época de cambios que decía vivíamos.  

Materializaron su visión del Estado creando nuevos poderes y organismos paralelos como el Consejo de la Judicatura, que sería un órgano jurídico administrativo que se encargue de racionalizar y hacer más eficiente la organización de justicia. La filosofía política era tomarse todos los poderes del Estado y ¡lo lograron! De modo que el pensamiento del filósofo y jurista francés, plasmado en el Espíritu de las leyes (1748) que identificó tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, lo echaron por la borda.

Al Consejo de Judicatura llegó el secretario particular del autócrata, entregándolo la justicia por el mango. El gobierno de Moreno no quiso ser cómplice de las barbaridades, he hizo que el CPCCS-T designe al nuevo Consejo de la Judicatura 2019-2025, presidida por María del Carmen Maldonado.  Tras su renuncia vino una nueva ola de desconcierto y descalabro, al punto que su sucesor Fausto Murillo F. llegó a cancelar al presidente de CSJ, quien había enviado una terna al CPCCS para que escogiera a quien presidiría el CJ. Reincorporado éste a sus funciones, se vuelve a enviar, esta vez conformado por dos mujeres y un carón.

En “Mercaderes de la justicia”, Hernán Pérez Loose. devela los antecedentes de las dos candidatas inconvenientes y el varón, quien es director de Asesoría Jurídica y Cooperación Judicial Internacional de la CNJ, funciones técnicas desempeñadas al menos en tres periodos; por ello, lejos de ser un demérito es una virtud, merecedora de reconocimiento. Se trata del doctor Marco Antonio Tello S., un abogado alejado de los vaivenes de la política, con una densa experiencia en el campo laboral y un currículo acrisolado en el Poder Judicial.

Ahora que un asambleísta acaba de denunciar, en la comparecencia del periodista Andersson Boscán a la Comisión de Fiscalización, que se estaría negociando este cargo con decenas de notarías del país, el CPCCS debe dar una muestra de solvencia moral, ética y administrativa designando a este cuencano, aún sin mácula.  ¿Sería otra vez “pedir peras al olmo”? (O)