Sin control

Santiago León

Vamos a hacer un ejercicio. Camine por las calles de Cuenca y por un momento deténgase a mirar los vehículos. Se dará cuenta de que algunos circulan sin placas y con películas polarizadas. ¿Alguien los controla?

No lo sabemos, pero vemos en los noticieros que este tipo de automotores están involucrados en el robo a domicilios.

Al parecer a los conductores poco o nada les importa los controles de tránsito. De acuerdo con el Código Orgánico Integral Penal (COIP), la persona que conduzca un vehículo sin placas será sancionado con una multa del 30% de un Salario Básico Unificado.

¿Qué pasaría si un vehículo de estos provoque un accidente de tránsito? No habría a quien denunciar. Somos vulnerables a este tipo de conductores, que pasan por encima de la ley. Tal parece que la falta de controles hace que estos carros circulen con normalidad por la ciudad.

Pero en materia de tránsito, este es solo uno de los problemas. Otro mal con el que nos toca convivir a los cuencanos, son las motos de delivery. Son un peligro constate. Se pasan los semáforos en rojo, invaden vías, no respetan el paso cebra, usan las ciclovías y las veredas.

La urbe se ha convertido en una verdadera selva de cemento. Además, a pesar de que no estaban autorizadas, varias tricimotos ya ruedan por la urbe.

Otra problemática que ya ha empezado a causar problemas son los scooters. Algunos transeúntes han tenido la mala experiencia de impactarse contra estos vehículos. Inclusive, en Loja una persona de la tercera edad falleció al estrellarse con uno de ellos.

Los conductores de este medio de transporte no utilizan el caso de seguridad. Se convierten en un riesgo permanente. A medida que una ciudad crece, las problemáticas urbanas salen a relucir.

Las entidades de control deben planificar controles efectivos que garanticen una movilidad segura. (O)