Música latinoamericana canta a viva voz en una Cordillera más unida que nunca

Concierto

Algunos de los mayores exponentes de la música latinoamericana se encontraron este fin de semana en Bogotá en una cita que reivindicó las raíces que los unen y que demandó, a viva voz y ante un extasiado público, el lugar que merece en una Cordillera más unida que nunca.

Los «Labios compartidos» de Maná; los «Vasos Vacíos», de Los Fabulosos Cadillac; el «Eres», de Café Tacvba, y el «Limón y sal» de Julieta Venegas sonaron a una sola voz desde el Festival Cordillera, que celebró su primera edición con un rotundo éxito que sin duda lo ha elevado a ser la gran cita de la música latinoamericana.

El cartel de lujo lo acababan de completar Caifanes, Zoé, Mon Laferte, Draco Rosa, Molotov, Los Auténticos Decadentes, No te va gustar, Babasónicos, Aterciopelados y Conociendo Rusia, entre muchos otros artistas y grupos de todas partes de América Latina que pusieron a bailar a miles de personas que se congregaron en el Parque Simón Bolívar de la capital colombiana.

Además de reunir a leyendas latinoamericanas, el Festival Cordillera también tuvo muy presente la importancia de preservar y conservar este enclave que une a esta parte del hemisferio desde Tierra del Fuego hasta el norte de América del Sur.

Para eso, además de plantar un árbol por cada entrada vendida, al encuentro musical, encontró un aliado clave que llevó al Parque Simón Bolívar a ser el primer parque carbono neutro de América Latina.

Mexicanos

El segundo y último día del encuentro musical estuvo, sin duda, dominado por artistas y bandas mexicanas, con Maná como principal protagonista que deleitó a un entregado público.

«Diez años sin tocar acá», pero «hoy nos vamos a desquitar de todo», auguró Fher, cantante de la banda, para proceder a repasar los temas que durante décadas han copado el panorama musical.

Uno de los mensajes que quiso dejar Maná fue que «hay que dejarles un planeta sano y limpio» a los niños y «si no reaccionamos» ellos pagarán el precio, por lo que pidió al nuevo presidente colombiano, Gustavo Petro, aplicar las medidas prometidas con el claro mensaje de la canción «En dónde jugarán los niños».

La también mexicana Julieta Venegas se subió al escenario para cantar junto al público algunos de sus mayores éxitos, como «Me voy», «Eres para mí» o su más reciente colaboración con el reguetonero Bad Bunny «Lo Siento BB», que ya forman parte de las leyendas del panorama musical latinoamericano.

Precisamente fueron las banderas mexicanas las que se pudieron ver entre el público, junto a panameñas, dominicanas, hondureñas, uruguayas, colombianas y cubanas que mostraron durante todo el festival el orgullo de los asistentes por ser latinoamericanos.

Despedida de la Reina

El Cordillera también tuvo el gran honor de ser el último escenario al que se subió Totó La Momposina, que anunció su retirada de los escenarios a sus 86 años, y que fue uno de los shows más esperados de la primera jornada.

Una última gran fiesta con sabor caribeño despidió a la reina del folclor colombiano, que se baja de los escenarios pero se sube al olimpo de la música tradicional después de reivindicar y luchar durante décadas para volver a poner la música y cultura del Caribe en lo más alto.

«Que viva el legado de Totó la Momposina, que no vamos a permitir que se acabe nunca», prometió Adriana Lucía, una de las artistas invitadas de la tarde, en medio del aplauso para la veterana artista.

La cantante se despidió de los escenarios al grito de «¡Qué viva Colombia!», que, como su música, retumbará por toda la eternidad. EFE