Tiempo nublado

Francisco Chérrez Tamayo

En esta ocasión me “robo” el título de una obra de Octavio Paz, el famoso poeta y ensayista mexicano, no para hablar de políticas e ideologías internacionales, sino lamentablemente para recordar una vez más que no solo el tiempo esta nublado en nuestro país; ya que la podredumbre que huele a miasmas, se percibe en todos lados y en todos los estamentos públicos de la nación. La justicia y las leyes están hechas para solapar y proteger a los corruptos, quiénes luego de haber destrozado el país física y económicamente, son puestos en libertad y absueltos por jueces venales, ante la complicidad de la Asamblea Nacional, y  la impavidez y el asombro de la fiscalía y el poder ejecutivo. Nunca antes, nuestro Ecuador estuvo plagado de narcotráfico, sicariato, delincuencia y crimen organizado; jamás la educación, la salud, la inseguridad y la falta de trabajo, pidieron a gritos una mano salvadora que se compadezca de su situación. No culpo de estos trágicos momentos al gobierno actual, esta es una herencia de gobiernos anteriores, sobre todo del de la “década ganada”; pero tampoco comparto con las actitudes pasivas, timoratas y pusilánimes del gobierno actual, quién en vez de andar quejándose tanto, debe rodearse de gente capaz, integra, y que tenga la valentía y la decisión de salvar la patria. No puede cada mes estar cambiando de ministros y someterse a las decisiones de los dirigentes de la Conaie y sus asesores correistas. Señor presidente con todo respeto, hasta cuándo vamos a permitir su debilidad para gobernar, intervenga de alguna manera para que la justicia castigue con mano dura a todos los que depredaron el país,  y continúan dando muestras insaciables de corrupción, como jueces, políticos, policías y militares contaminados por la putrefacción. Sí, sabemos que tiene la Asamblea en contra, y a estos cínicos no les conviene cambiar las leyes ni endurecer las penas, pero lamentablemente Ud. y su grupo no han hecho nada para cambiar este nefasto panorama. Sr. Lasso nos sentimos defraudados, si no rectifica su proceder, no solo que el tiempo seguirá nublado; si por desgracia los que andan atrás de desestabilizar la democracia y destruir la nación, consiguen su objetivo, habrá una neblina impenetrable que no nos permitirá vernos entre ecuatorianos. (O)