Kenia negó este jueves 13 de octubre de 2022 que se le haya impuesto una multa por no cumplir con el pago del préstamo concedido por bancos chinos para construir la línea de tren que conecta la ciudad costera de Mombasa con el interior del país pasando por Nairobi.
«Kenia nunca ha incumplido con el pago de sus obligaciones de servicio de deuda a ninguno de sus acreedores, ni ningún acreedor ha presentado o informado sobre una reclamación por incumplimiento», afirmó la Hacienda keniana en un comunicado difundido en respuesta a la información publicada por el diario local Business Daily.
Según documentos de la Administración a los que tuvo acceso el periódico, los acreedores asiáticos, entre los que destaca el Banco de Exportación e Importación de China, impusieron a Kenia una multa de 1.312 millones de chelines kenianos (unos 11,1 millones de euros).
«Esto (la multa) se relaciona con el costo del impago del interés al uno por ciento del monto adeudado», rezan los documentos.
De acuerdo con estas informaciones, la sanción se impuso sobre el año que va de junio de 2021 a junio de 2022, después de que el Gobierno keniano intentara alargar una moratoria de seis meses iniciada en enero de 2021 del pago de sus deudas bilaterales, una medida que los acreedores chinos rechazaron.
Con un coste estimado de 3.600 millones de dólares sólo por el tramo inicial que conecta Nairobi y Mombasa, el Ferrocarril de Vía Estándar (SGR, en inglés), construido principalmente por la Corporación China de Puentes y Carreteras (CRBC) -subsidiaria de la estatal Construcción de Comunicaciones China (CCCC)- es la infraestructura más cara de Kenia desde su independencia en 1963.
Sin embargo, el proyecto ha tenido pérdidas anuales desde su inauguración en 2017, acarreando gastos operativos de 18.500 millones de chelines (casi 157 millones de euros) frente a unos ingresos de 15.000 millones (unos 127,2 millones de euros) en el periodo al que se referiría la multa, según el Business Daily.
Después del Banco Mundial, China es el segundo acreedor extranjero de Kenia, donde el anterior presidente, Uhuru Kenyatta (2013-2022), recurrió repetidamente a préstamos del gigante asiático para financiar grandes infraestructuras.
Tanto es así, que el país se enfrenta ahora a una deuda inmensa, equivalente al 67 % del producto interior bruto (PIB) nacional.
China también es un gran socio comercial de África y, según datos de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EEUU), entre 2000 y 2019 entidades de este país firmaron más de 1.100 compromisos de préstamo valorados en unos 153.000 millones de dólares con gobiernos africanos o compañías de titularidad pública del continente.
Los detractores del expansionismo chino en África acusan a Pekín de aplicar la «deuda-trampa», el supuesto uso estratégico de la deuda para hacer a los países africanos cautivos de los deseos y demandas chinos. EFE