Guerra y recesión

Iván Granda Molina

Muchas personas han comentado el artículo de inicio de esta columna, titulada “¿por qué escribir?”, en especial lo referente a las secuelas de COVID y cómo la guerra en Ucrania impacta a la región y a Ecuador

Un informe especial de la CEPAL sobre efectos del conflicto bélico subraya su impacto en la economía global y particularmente en América Latina, que tendrá menores niveles de crecimiento, una inflación anual del 8.1% y altas tasas de interés. El precio de los alimentos aumentó un 65% a escala mundial entre 2020 y 2021 y alcanzarán su punto máximo en 2022 según el banco de inversiones Morgan Stanley. Algunos de nuestros principales socios comerciales: Estados Unidos y la Unión Europea ven deterioradas sus economías, lo que se refleja en una disminución de la demanda externa hacia nuestra región.

Estas características de recesión generan efectos sociales como el aumento de la pobreza y el deterioro de la seguridad alimentaria, más cuando Rusia y Ucrania en 2020 acumularon el 28 % de exportaciones de trigo, 15% de maíz y el 60% de aceite de girasol en el mundo, esto implica que 26 millones de toneladas de trigo y maíz ya no estarán en el mercado, lo que afecta la oferta y el precio de estos productos y sus derivados.

Por si esto fuera poco, Rusia es el mayor productor de fertilizantes del planeta, la guerra y las sanciones generan escases y carestía de insumos necesarios para la agricultura de nuestros países, afectando la producción de alimentos del continente.

Al interior de la región hay situaciones distintas, mientras Venezuela tiene un 155% de inflación, la peor del continente; Ecuador registra una inflación moderada, en julio 2022 es del 8% comparada con julio de 2021, productos como el aceite subieron el 30%, zanahoria un 40%, como consecuencia de la guerra, sin embargo, no faltan pensamientos peregrinos del que cree que los precios se controlan vía intendencia, eso es no entender la realidad mundial o demagogia electoral.

La recesión está aquí y no hay receta única, ni sencilla. La macroeconomía del país tiene salud por el precio de petróleo, es indispensable mayor inversión social con enfoque en alimentación de la población vulnerable y políticas de protección y fomento agrícola. (O)