¡Ni camal ni plaza de ganado!

Gonzalo Clavijo Campos

El camal municipal de Cuenca fue construido en el sector de Patamarca, margen derecha del río Machángara, e inició su funcionamiento en 1983 para faenar 150 bovinos y 50 cerdos en condiciones de salubridad.  Los primeros años este equipamiento y la plaza de ganado edificada junto al camal fueron administrados directamente por la municipalidad y desde agosto del 2000 por la EMURPLAG EP, pequeña empresa con relativa autonomía administrativa y financiera e ingresos que cubren apenas sus costos operativos.

Durante estos 40 años, los dos importantes equipamientos orientados a facilitar la comercialización de reses y cerdos y el faenamiento en condiciones sanitarias aceptables han sido ampliados y renovados pero la demanda de bovinos se ha triplicado  y los cerdos se faenan diez veces más de la capacidad original, pues se debe abastecer a un cantón que sobrepasa los 600.000 habitantes y a varias fábricas de embutidos, por ello ya no dan abasto y no hay garantía de completa inocuidad. Además, ¡No puede estar la plaza junto con el camal por el riesgo de trasmitirse contaminación con el viento!

No faltaron estudios para localizar el camal primero en el sector de San Juan Pamba de Nulti, luego en Morascalle y Atucloma de Tarqui y la plaza en el sector  Los Álamos de Cumbe, pero han sido las últimas administraciones municipales a las que les ha faltado responsabilidad y decisión para localizar y edificar un camal moderno como en otros países; que cuide la salud de los ciudadanos y que no cause problemas a la vecindad al estar equipados con tecnología moderna, que evita la generación de malos olores, vectores, conflictos de movilidad y daños estéticos, como ocurre en Patamarca con decenas de urbanizaciones ya unidas a las parroquias Ricaurte, Checa y Chiquintad.

¡Nada dice el señor alcalde ni tampoco los alcaldables sobre tan acuciante problemática! La vecindad a la plaza y camal aspiran que estos predios sean convertidos en un gran parque para el deporte y la recreación como compensación por tantas molestias recibidas por cuatro décadas y que además se construyan parques marginales al Machángara, ciclovías, sendas peatonales como en el Yanuncay que benefician a miles de citadinos. (O)