Caruso

Aurelio Maldonado Aguilar

Una voz formidable. Lírico italiano que conmovió con sus incomparables partituras y como todo superlativo, mucha gente lo quería y otros catalogaban enfermizamente como gritos estertóreos a sus elevadas notas. Hoy el Ecuador, escucha y no por primera vez, cantantes y carusos criollos como son Caruso Pareja Yannuzzeli y Nielsen Arias, que, en escenarios y modalidades diferentes son canoros magníficos que explican y todo documentadamente, la trama más genial y eficiente de la delincuencia organizada para esquilmar un estado, cosa lograda con creces.

Caruso Pareja, viene cantando desde años atrás y con notas relevantes, más nuestra amañada justicia y los oídos sordos de los que no gustan verdades, lo han tenido rezagados en cajones y archivos sin valor ni credibilidad, sin embargo hoy, junto con Caruso Nielsen Arias en el régimen de testigo protegido en la Jony, también llega con claras notas del pentagrama delincuencial y descubre verdad y personajes por demás conocidos que están en impunidad total y vergonzosa, para la justicia ecuatoriana.

Según los cantantes descubren certeramente que la trama de delincuencia organizada, tenía su cabecilla el prófugo Correa quien genialmente- podrá ser ladrón y muchas cosas más pero tonto ni un cabello- ordenaba a su fiel lugarteniente, Alexis Mera, como coordinador general, quién mandaba sobre Galo Chiriboga que no daba paso a denuncias presentadas en fiscalía y además nuestro carusito da detalles que le entregó cientos de miles de dólares en un hotel quiteño. Carlos Polit en su despacho con ayuda de Pablo Celi, desvanecían glosas. Luego Diego García, daba informes favorables para negociaciones y arbitrajes. Irrumpe entonces el coordinador general de sectores estratégicos, el convicto Jorge Glass, que en poco tendrá libertad al declararse insuficientes pruebas del mayor atraco en el caso sobornos ¡Que Justicia! que ordenaba en el Ministerio de finanzas para viabilizar contratos con venta anticipada de petróleo que nos sumió en la más infame deuda con nombres sumisos y comprometidos como Herrera y Rivera. Ordenaba en el Min de Hidrocarburos a sus compinches Wilson Pastor y Pedro Merizalde y también en Petroecuador a Calvopiña, Alex Bravo, Pedro Merizalde, Nielsen Arias, quien lo ratifica. Luego ordenaba sin titubeos en Petroamazonas y el Ministerio de sectores estratégicos, donde cerraban toda la infame organización delincuencial, levantándose con el Santo y la limosna de nuestro infeliz Ecuador que obtusa e increíblemente, mantiene gente que no escucha los acordes y sigue idolatrando esta manga de ladrones. (O)