Madrid.- El jefe de Estado Mayor de la Defensa de España, el almirante Teodoro López Calderón, alertó de que la infiltración de “mercenarios” de Rusia en el Sahel está provocando una desestabilización política “preocupante”, que ha empeorado todo tipo de terrorismo.
“Estamos observando una expansión del terrorismo hacia el sur, hacia la zona del Golfo de Guinea, donde no había”, explicó este sábado en la Comisión de Seguridad y Defensa de la 68ª. Asamblea Parlamentaria de la OTAN, en Madrid.
El alto responsable militar aseguró que, actualmente, Rusia está intentando desestabilizar el Sahel con la infiltración de mercenarios que alientan golpes de Estado que no son admitidos por la comunidad internacional, y que permiten la entrada de Rusia para “hacerse cargo” de la situación.
Grupos que actúan “sin el menor respeto a los derechos humanos” y que se apropian de los recursos naturales de esos países para obtener un beneficio “de maneras que no son muy rigurosas”, según el almirante español.
En este sentido, López Calderón incidió en que la desestabilización de la zona produce “graves riesgos”, ya no solo por la revitalización del terrorismo yihadista, sino de actividades delictivas como el tráfico de drogas o de seres humanos.
“El terrorismo trasnacional amenaza África y Oriente Medio y particularmente preocupa la situación del Sahel, donde ya no es solo el terrorismo de corte yihadista que se expande más, sino que se ha convertido en una zona de competición estratégica con la actuación de Rusia y sus mercenarios”, sintetizó.
Planteó que España y la OTAN tienen que tener una visión de 360 grados y mantener su plan estratégico sobre la disuasión en materia defensiva.
Recordó que la guerra en Ucrania ha cambiado la visión defensiva que se tenía de la Alianza Atlántica y sus planes logísticos, que se van adaptando a la nueva realidad de una guerra intensa y larga en el tiempo.
“Y la solución no es únicamente militar. Hay que hacer una estrategia global”, reiteró, ante los nuevos retos derivados de una guerra, también con mejores tecnologías, y donde también se incluye la manipulación de la información.
“El ciberespacio es también campo de batalla”, constató, al tiempo que instó a tenerse que “replantear lo números” para invertir en tecnología de vanguardia y en personal altamente cualificado.
Y agregó que los cambios en la arquitectura de la seguridad requieren incrementos de recursos materiales y financieros. EFE