Fútbol femenino «goleó» a los tabúes

Era muy difícil de hablar de fútbol femenino en nuestra provincia y ciudad, pues simplemente no existía como lo hay en la actualidad.

Pero para llegar a este momento se ha recorrido 11 duros años, que inicia con un proyecto llamado UPS Carneras, en la Universidad Politécnica Salesiana, con mi persona y mi hermano (Edisson-Byron Méndez.

Se inició con ocho chicas, en la cancha del Valeriano Gavinelli Bovio, y así comenzó un hermoso recorrido con muchas historias, anécdotas y sobre todo las puertas para que muchas jugadoras pueden demostrar su talento y demostrar al país que Cuenca tiene talento y del bueno.

Cuando se dieron los primeros pasos en este arduo camino, no había más equipos de lo que nos obligaba a jugar con equipos de hombres, o elencos de otras ciudades donde ya había futbol femenino y así nos mantuvimos un año.

Hasta jugar el torneo de ascenso de la CONFA, ya como un club legalmente constituido y formado; así inicio el recorrido hasta llegar a la Superliga Femenina.

Fui muy difícil, más que todo para las jugadoras, por que se tuvo que trabajar mucho en la parte psicológica por que la gente de Cuenca pensaba que el fútbol era solo para hombres, eso obligaba a que en redes sociales, desde la calle les digan a la chicas “machonas”, “que se dediquen a la cocina”, “que vayan a lavar”, estas cosas que afectaban y hacía que las chicas no bajen a entrenar y es ahí donde nosotros empezamos a trabajar en la perité mental; se buscaba a las chicas en las casas para que no desistan y continúen.

Muchas de ellas madres de familia, estudiantes, trabajaban, tema muy complicado por que no les permitía entrenar, ha muchas se les ayudaba con 1 dolar diario para su bus, incluso a las que vivían lejos se les ayudaba con el taxi, así logramos formar UPS Carneras y abrir fútbol femenino para Cuenca.

Se ha crecido mucho en la actualidad. Ahora, el fútbol femenino dejó de ser un tabú y se convirtió en una realidad y para nosotros es hermoso llegar a un torneo y ver fútbol femenino, eso significa que el trabajo de muchos años, el trabajo en el cambio de mentalidad valió la pena.

Estamos en un proceso de crecimiento, vía a la profesionalización, pero para llegar a eso, es un trabajo de todos los que forman parte del fútbol femenino; no solo de jugadoras, equipos, entrenadores, es de todos los involucrados que están dentro y fuera de cancha.

El crecimiento del fútbol femenino en Ecuador es un trabajo de todos, cada quien trabajando desde su trinchera.

Texto: Edisson Méndez Sarmiento, representante UPS Carneras

Especial para El Mercurio

Fotos: Xavier Caivinagua A.