El brote de ébola remite en Uganda, que lleva diez días sin nuevos casos

Uganda no ha detectado nuevos casos de ébola desde el pasado 14 de noviembre como resultado de la eficacia de las medidas contra esta enfermedad, informó hoy el director interino de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (África CDC), Ahmed Ogwell.

«No se han confirmado nuevos casos de infecciones ni de muertes, lo que quiere decir que los esfuerzos del Gobierno de Uganda y sus socios están dando resultados», señaló Ogwell en una rueda de prensa en línea.

«Numerosos actores han hecho sus aportaciones, lo que ha permitido este éxito», añadió el epidemiólogo keniano.

Sin embargo, el director interino de esta institución de la Unión Africana (UA) se mostró cauto y destacó la importancia de mantener todas las alertas y medidas posibles para combatir el ébola.

Ogwell llamó a todos los actores, desde los laboratorios a los que trabajan en medidas de prevención y sensibilización entre la población local, a seguir luchando de manera coordinada contra el ébola.

Además, indicó que las tasas de mortalidad de este brote -cuatro de cada diez personas infectadas han fallecido- son «demasiado altas», sobre todo después de «todos los conocimientos que se ha conseguido acumular durante las pandemias de ébola anteriores».

El experto también señaló que deben tomarse más medidas para impedir que los trabajadores sanitarios contraigan la enfermedad.

Desde la declaración del brote de ébola en Uganda el pasado 20 de septiembre, por lo menos 19 profesionales sanitarios han contraído este virus mientras trabajaban, provocando la muerte de siete de ellos, lamentó Ogwell.

Hasta el momento, las autoridades sanitarias ugandesas han confirmado 141 infecciones de ébola y 55 muertes.

El brote en Uganda está provocado por la inusual cepa de Sudán, para la que no existe una vacuna aprobada, pero es menos transmisible y presenta una menor mortalidad que la de la cepa del Zaire.

Países como la República Democrática del Congo (RDC), Kenia, Tanzania, Ruanda y Somalia se encuentran en alerta para evitar una posible expansión del virus.

Descubierto en 1976 en RDC -entonces llamada Zaire-, el ébola es una enfermedad grave, a menudo mortal, que afecta a humanos y primates y se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados.

Causa hemorragias graves y sus primeros síntomas son fiebre repentina y alta, debilidad intensa y dolor muscular, de cabeza y de garganta, además de vómitos.

El virus asoló varios países de África occidental de 2014 a 2016, cuando murieron 11.300 personas y hubo más de 28.500 casos. EFE