Profesiones extremas

Juan F. Castanier Muñoz

Los monumentales descuidos ambientales, responsables del grave calentamiento global, van convirtiendo de a poco, a los pronósticos del tiempo, como una actividad azaharosa y, por supuesto, a la meteorología, como una ciencia y/o profesión, cada vez más sujeta de riesgos. Salvo ciertas épocas, cada vez más escasas, como el frío del mes de julio, los chubascos del “cordonazo de San Francisco” del mes de octubre y las lluvias de abril y mayo, el resto del año, casi que tenemos que andar bien forrados para la mañana temprana, con camisetas y “shores” para el mediodía, y casacas y bufandas para el atardecer y la noche, amén de que no es mala idea, llevar siempre en el carro o en la cartera, un gorro, unas gafas para el sol, un paraguas, protector solar y, a lo mejor, hasta un par de guantes de lana. Se interesa alguien por las previsiones de los meteorólogos?, pues seguramente los más desocupados.

La otra profesión extrema en el pais, es la de analista político. ¡Y claro!, como no va a ser de riesgo La labor, si anochecemos con una presidenta de la Asamblea y amanecemos con otro presidente; la nueva mayoría legislativa se “merienda” a la vicepresidenta de la Asamblea, quién con sobrada razón chilla, llora y patalea, y después pasa a engrosar las filas de los mismos que la merendaron; se alteran los resultados electrónicos de una votación para destituir al presidente de la república y hasta ahora no hay una persona sancionada por los hechos, ni en la comisaria municipal de Quito; anochecemos con un Consejo de Participación Ciudadana y podemos amanecer con un Consejo Diferente; sucede igual con el Consejo de la Judicatura; desaparecen dos asambleístas proponentes de un juicio político; se hacen humo, antes de su principalización, los nuevos vocales del CPCCS; se anuncia la desaparición de la bancada de la ID.

En definitiva, a los metereólogos y a los analistas políticos ecuatorianos hay que incluirlos, como a los toreros, a los domadores de fieras, a los tragaespadas, a los escaladores, en el listado de las profesiones para personas que aman el riesgo.  (O)