“Día de los Derechos Humanos”

Hugo Lucero Luzuriaga

El 10 de diciembre se conmemora el “Día de los Derechos Humanos” debido a que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la “Declaración de los Derechos Humanos” el 10 de diciembre de 1948, empero, a los derechos humanos más se los conoce cuando han sido vulnerados y que por su alta frecuencia hemos llegado a la TOLERANCIA, en efecto:

Como que ya no generan con la intensidad del caso las reacciones de miedo, sorpresa y rabia ante noticias de muertes por: sicariatos, desnutrición, abandono, busca del sueño americano y más. Como que no reaccionamos por el “asimismo es” que se asignen turnos para medicina para dentro de 2 meses o más y de que fallezcan en las casas de salud por negligencia o por falta de recursos humanos, medicamentos e insumos. Como que miramos al otro lado cuando seres humanos y sobre todo adultos mayores son discriminados por el seguro social, nos son sujetos de créditos o se les cierra las puertas para algún trabajo. Tampoco sorprende que la tasa de desnutrición infantil en niños sea alarmante y poco importa a los de arriba que la mayoría de los ecuatorianos estén en el desempleo y subempleo. Y, no nos conmueve que se continúe dándose las discriminaciones de raza, género, edad, incluso los femicidios que “desgarran el alma” de los seres humanos ante la parsimonia de las autoridades.

¿Qué está sucediendo con los humanos que están siendo cada vez más tolerantes a la vulneración de sus derechos?  ¿Acaso han perdido los instintos de supervivencia o están atormentados por el miedo, temor y cobardía?  ¿O acaso se han perdido los valores de solidaridad, amistad, gratitud, empatía, honor y más? … ¡Necesitamos una revolución social!

Haciendo un símil, los derechos humanos y valores están siendo vulnerados, incumplidos e irrespetados, por ello que sin repensar estamos de acuerdo con Enrique Santos cuando dice. “Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor/ Ignorante, sabio o chorro, pretencioso estafador/Todo es igual, nada es mejor/Lo mismo un burro que un gran profesor”. (O)