El visado Schengen

La exoneración del visado Schengen es una de las viejas demandas del Ecuador, cuya campaña diplomática vuelve a sumar otro tropiezo.

El nuestro es uno de los pocos países de Latinoamérica cuyos ciudadanos deben solicitar aquel documento para estancias por 90 días en las 22 naciones parte de la Unión Europea (UE).

Perú y Colombia lo consiguieron en 2016 tras firmar con la UE acuerdos de libre comercio, algo satanizado por el Gobierno ecuatoriano de la época.

Los posteriores Regímenes han hecho los esfuerzos diplomáticos necesarios para lograr tal beneficio.

Este martes había la esperanza durante la sesión del Parlamento Europeo. A las solicitudes de Qatar y Kuwait les anexaron las de Ecuador y Omán.

Resultó un paquete indigerible. Aquellos países -Qatar sobre todo- están involucrados en presuntos casos de sobornos a varios miembros del Parlamento Europeo; y de ejecuciones a condenados por asesinato y otros delitos en Kuwait.

La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, durante la sesión informativa de la Comisión Europea fue categórica: Ecuador no está listo para la exoneración debido a la alta tasa de rechazo de visados Schengen. Este es un requisito fundamental a la hora de examinar la solicitud.

Ese tipo de visado permite viajar a cualquiera de los Estados parte de la UE; pero no implica un derecho automático de entrada. Y por eso puede ser negado.

Ciudadanos de países exonerados de tal visa, con tan solo el pasaporte biométrico pueden ingresar a esos Estados por motivos de turismo y negocios.

El Gobierno, y así lo entendemos, persistirá hasta conseguir el objetivo. Además, el paquete de peticiones volverá a la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo. A este nivel es donde se aprobó el informe inicial para la exención.

El camino es difícil. Habrá nueva evaluación, no solo a nivel de aquella Comisión, sino de la Comisión Europea. A seguir esperando.