Virgen de la Nube recorre calles de Azogues cobijada por devotos

Virgen de la Nube
La imagen de la Virgen de la Nube fue llevada por los fieles en su recorrido por las calles de Azogues. La procesión multitudinaria congregó a miles de devotos. XCA

“Mis dos nietos de 21 y 11 años de edad, y mi bisnieta de 3 años, se demoraron 17 días en llegar a los Estados Unidos (EE.UU.). Los encomendé a la Virgen de la Nube para que no tengan problemas en el trayecto por la frontera”. Esas fueron las palabras de María Loja, oriunda de la ciudad de Cuenca, quien asistió ayer al Santuario Franciscano para participar de la festividad de la patrona de Azogues y cumplir su promesa por el favor otorgado.

María, de 60 años de edad, llevó incluso una imagen antigua del Niño Jesús al Santuario para que reciba la bendición de monseñor Oswaldo Vintimilla, arzobispo de Azogues, quien presidió la misa campal que concluyó con una multitudinaria procesión. La mujer aprovechó de la celebración para rogar por un nuevo favor a la Virgen para que a sus nietos y bisnieta no les suceda nada durante su estadía en Norteamérica.

La misa campal se celebró en los patios de la Unidad Educativa “San Diego de Alcalá”. La ceremonia la presidió monseñor Oswaldo Vintimilla, arzobispo de Azogues. XCA

Y es que la celebración religiosa del 1 de enero congregó a miles de personas. Ellos y sus familias recibieron en algún momento un milagro de la Virgen que cambió sus vidas.

La familia Gavilánez-Encalada llegó pasada las 09:00 al Santuario Franciscano procedente de la parroquia Juncal, ubicada en la zona costanera del cantón Cañar. Salieron temprano en tres vehículos con la intención de escuchar el sermón de monseñor Vintimilla y acompañar a la imagen en el recorrido de más de tres horas por las calles de la capital provincial.

La venta de objetos religiosos, entre otros artículos se observó en los exteriores del Santuario Franciscano. XCA

A pesar de que esta familia es numerosa, muchos de sus integrantes han migrado desde hace más de una década y de forma progresiva en busca del sueño americano. Todos se han encomendado a la Virgen de la Nube para llegar a su destino.

La familia Gavilánez-Encalada llegó de la parroquia Juncal, del cantón Cañar, para acompañar a la imagen de la Virgen. XCA

Luis Encalada, de 41 años de edad, aspira continuar con esta tradición familiar que les inculcaron sus padres, y que ellos, la comparten ahora con sus hijos debido a los milagros concebidos por la Virgen.

Procesión

La tradicional procesión de la Virgen de la Nube de este año tuvo una particularidad. Los fieles volvieron a cargar en sus hombros la sagrada imagen tras dos años de restricciones por la pandemia de la COVID-19 que hizo que el acto sea motorizado.

La imagen lució un atuendo que se caracterizó por los colores amarillo, azul y rojo de la bandera del Ecuador. El traje lo confeccionó Bladimir Torres, un reconocido modista de vestimentas religiosas de Cuenca.

La procesión se detuvo en algunos barrios, donde los propietarios de las viviendas adornaron los balcones y las intersecciones de las calles para honrar a la patrona. La música acompañó a la imagen que recibió los aplausos de los devotos que se ubicaron en las aceras.

Los devotos colocaron velas en los interiores del templo para agradecer a la Virgen por los favores. XCA

De esta manera, se vivió una de las festividades religiosas más importantes de inicios de año. (BPR)-(I)

Detalles

  • 1 de enero de cada año se celebra la fiesta a la Virgen de la Nube, patrona de Azogues. La celebración reúne a miles de personas.
  • 2 actos religiosos marcaron la festividad de ayer. Se trató de la misa campal y de la procesión por las calles céntricas.
  • La imagen de la Virgen fue cargada por los fieles durante el recorrido. En los últimos dos años había salido en vehículo.

Frase

“Mis padres me inculcaron desde niña acudir cada 1 de enero al Santuario Franciscano. Vengo para darle gracias a la virgencita porque es bien milagrosa para curarnos de la enfermedad y cumplirnos otros favores como para los migrantes. Le tengo tanta fe a la Virgen”.

María Loja, devota de la ciudad de Cuenca.