De no creer

Juan F. Castanier Muñoz

-Una clarísima disposición legal impide que los candidatos al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social sean auspiciados o promocionados por una organización política, sin embargo de ello, los candidatos del correísmo y del partido social cristiano no se han “fijado en gastos” y de manera desembozada, y hasta desafiante, han incurrido en transgresiones flagrantes a la norma. ¡Parece chiste! que quienes aspiran a formar parte del “control social” del país, armen su campaña irrespetando la ley. Y las autoridades del CNE, único organismo facultado por la ley para promocionar a los candidatos a consejeros, advirtiendo y amenazando a los contravinientes, pero sin lograr el acatamiento que corrija tan groseras irregularidades.

-Convocada a la Asamblea, asistió esta semana la Fiscal Diana Salazar. Luego de su comparecencia concedió una entrevista a los medios, en la cual se quejó, como no podía ser de otra manera, que la mayoría de los asambleístas no asistieron a escucharla y que, de los presentes, unos pocos se encontraban atentos a sus explicaciones y otros estaban dedicados a cualquier cosa, menos a oírla. Qué pena, y qué vergüenza a la vez, que quien preside la Fiscalía General sea citada al parlamento, se entiende que por una causa realmente importante, y que una vez allí, preparada con la información de primera mano para los asambleístas, estos, en un acto de manifiesta falta de educación e irresponsabilidad, la hayan faltado al respeto de manera grotesca.

-Y como ya se veía venir, los “unes” ya anunciaron la amnistía para el “cineasta” Patiño, ¡No se olvidarán lo de los “pativideos”! “Primero fue Glas, y ahora vamos por más” dice uno de los coros correístas. Parece que como el tiempo se les viene corto y cuesta arriba la liberación de toda la banda, a lo mejor el “cineasta” les representa una de las fichas a jugarse en el 2025. Habrá que sentarse a espectar este “festival de las amnistías” que obviamente puede traer sorpresas, sobre todo en la esquina social cristiana y en la de los “pachacutik rebels”, quienes a lo mejor simpatizan con la idea pero no dejan de sentir una acidez bárbara. (O)