Nos vieron la cara

CON SABOR A MORALEJA Bridget Gibbs Andrade

De acuerdo a declaraciones del Ing. Francisco Endara sobre la eliminación de los pasos de autenticación que se requieren para acceder al sistema electoral del CNE hechos a mediados de enero y necesarios para proteger la información de personas inescrupulosas, de la cual tuvieron conocimiento los directivos, se confirman las sospechas de que los resultados de las elecciones fueron manipulados. Sin la autenticación, cualquier persona puede ingresar al sistema electoral y adulterarlo. En otras palabras, el fantasma siniestro de Pozo, aquel condecorado por el prófugo, todavía deambula en el CNE. La información obtenida por Endara fue proporcionada por un funcionario que labora en este ente gubernamental, o sea, es fidedigna.

El domingo anterior ingenieros en informática intentaban verificar si se cambiaron o cortaron seguridades de los servidores del CNE. Esto significaría que no fallaron las encuestadoras serias como Cedatos, como afirman los correístas, sino que hubo fraude.

Mientras tanto Lasso, Nebot y el prófugo no han impugnado los resultados. Ni se mosquean. Solo Iza ha dicho que no quiere reconteo. Villavicencio fue el único que reclamó pidiendo información de las inconsistencias. Además, aseguró que Pita es más correísta que Correa. De ahí se explica el por qué no ha dicho ni pío. El también besa la mano de Bélgica que Atamaint besuquea desde hace años.

Durante la transmisión de datos por el CNE una vez empezado el conteo de votos, las cifras favorecían al SÍ en la todas las preguntas de la Consulta, coincidiendo con los sondeos realizados durante la campaña. Todo estuvo bien hasta que un “apagón informático” de una hora hizo su aparición y, cuando “se hizo la luz”, candidatos que estaban a la cabeza como Cabrera, en Azuay; del Pozo, en Quito; Viteri, en Guayas que lideraban las preferencias electorales, resultaron perdedores, usurpándoles el triunfo correístas como Lloret, la desvergonzada de Aguiñaga y un tal Aquiles, desconocido en casi todo el país.

Durante un banquete, Anarcasis dijo a Solón: “Eres un ingenuo si crees que tus leyes van a contener las injusticias. Las leyes son simples telarañas que detienen a las moscas y dejan pasar a los pájaros. Las leyes enredan un poco, pero lo grande las rompe y se escapa”.

Con esta anécdota, tengo que aceptar, no sin indignación que, nuevamente, nos vieron la cara… (O)