Vialidad, más allá del papel

Preocupación y enfado a la vez, es el resultado del anunció hecho el miércoles anterior en Cuenca por el gobierno respecto al proyecto de construcción de una nueva vía Cuenca-Guayaquil.

El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), según la precisión hecha por el subsecretario de la Zonal 6, Luis Mario Barzallo, como primer paso se firmó una “carta de entendimiento” con la empresa surcoreana Expressaway Coporation”; y luego realizar los estudios de prefactibilidad y factibilidad para la construcción de esa vía y de la Quito-Guayaquil.

No se trata de un contrato en sí mismo, sino de eso: “carta de entendimiento”, “convenio de entendimiento” o “memorándum de entendimiento”. Algo así como una “primera piedra”.

A juicio de los representantes de la Asamblea por la Vialidad del Azuay, tal convenio no garantiza la ejecución del referido proyecto.

De la “carta de entendimiento” -reflejo de buenas intenciones- deberá pasarse a la suscripción del contrato propiamente dicho; pero esto nadie sabe cuándo. Según expresan aquellos directivos, el titular del MTOP, Darío Herrera, no les dio mayores explicaciones, peor certezas sobre la hipotética inversión de USD 70 millones para la vialidad del Azuay.

Para aquel mismo fin, el sector empresarial del Azuay invirtió USD 100 mil para realizar estudios preliminares ya entregados a ese Ministerio. Varios de sus directivos son parte del comité vial, creado mediante decreto, para dar seguimiento al asunto.

Deja entrever la existencia de dos entes, si bien con los mismos intereses –los viales- pero con diferente posición respecto de lo programado por el gobierno.

Lo ideal es la unión de esfuerzos y voluntades. El factor denominador debe ser exigir la materialización del compromiso, no solo para ejecutar la nueva carretera, sino la reconstrucción de todo el sistema vial del Azuay y de la región austral, el peor del país, cuya declaratoria de emergencia no está en la agenda del gobierno.