Noticias falsas

Iván Granda Molina

Las noticias falsas, o fake news, son un problema cada vez más común en la política global. Estas noticias, que a menudo se comparten en las redes sociales, pueden tener un impacto significativo en la percepción pública, en la gobernabilidad o en un resultado electoral.

En un estudio realizado por el especialista en crisis, el boliviano Hugo San Martin, se examinó la relación entre las noticias falsas y la democracia. El estudio encontró que las noticias falsas pueden erosionar la confianza en el proceso democrático y en las instituciones políticas, y pueden conducir a la polarización política.

En Ecuador, se  reportaron  noticias falsas en las últimas elecciones  y los últimos años en temas sensibles para el país. La que más me llamo la atención,  por la falta de escrúpulos de quienes la produjeron fue la de fotos falsas acompañadas de mensajes de audios trucados que anunciaban la supuesta muerte de neonatos en las jornadas de protesta de octubre de 2019, por utilización de bombas lacrimógenas  por parte de la policía. Esto nunca pasó, el hecho fue desmentido por los medios de comunicación, sin embargo  tuvo un impacto significativo en la percepción pública y un impacto que inclusive engaño a organizaciones de derechos humanos.

Otro ejemplo de noticias falsas en la política ecuatoriana es la difusión de rumores y conspiraciones sin fundamento. En algunos casos, estas noticias falsas se utilizan para desacreditar a los oponentes políticos o para promover una agenda política específica, en donde se invierten ingentes cantidades de dinero en estructuras digitales.

En un estudio reciente realizado por el Pew Research Center, se encontró que el 64% de los adultos estadounidenses creen que las noticias falsas han causado una gran cantidad de confusión en la sociedad e interfieren directamente en las apreciaciones ciudadanas.

En conclusión, las noticias falsas representan un problema en la política ecuatoriana y la democracia. Es necesario tomar medidas concretas para combatir su propagación, incluyendo una mejor educación – formación, que nos enseñe a investigar y verificar lo que leemos, lo que se empieza a conocer como una competencia de la ciudadanía digital. Como dijo el escritor y periodista George Orwell: «La libertad de prensa es importante, pero no tanto como la libertad de pensar». (O)