EL CONOCIMIENTO HELÉNICO Y LA EDUCACIÓN DEL SIGLO 21 EN EL ECUADOR

Diego Felipe Rodríguez Muñoz

Durante la primera mitad del siglo 20, mostrando un alto nivel de educación, el Colegio “Benigno Malo” en Cuenca, impartiría asignaturas como: Filosofía y Letras; Ciencias Aplicadas, Moral Individual, latín; y, lenguas extranjeras como el francés e inglés. (Foto archivo DFRM).

Políticas estatales han conseguido mitigar índices de analfabetismo elevando, inclusive, el número de la población profesional, no obstante, se evidenciaría cierto antagonismo. 

EL “RELATIVISMO SOFISTA”

Al interior de la vieja cultura helénica –Grecia- del siglo V y IV a.C., ya se experimentó una profunda reacción en contra de un “relativismo y subjetivismo sofista” que esbozaba la imposibilidad de acceder a “verdades universales”, asegurando que la verdad, el bien y la justicia no se encuentran en las cosas de afuera, sino en el interior de cada individuo. Se llegó a plantear la necesidad de que, los hijos tenían que triunfar en el Ágora, Plazas Públicas, Tribunales de Justicia o actividades personales, a travésde herramientas retóricas para “conmover”, “persuadir”, “convencer”.

Se proyectaría entonces unasuigéneris dualidad: La de un aprendizaje limitado y reducido hacia el perfeccionamiento de una retórica sofista como instrumento paraganarse la vida; y, la que daría paso al surgimiento de individuos especializados en “convencer”, “engañar” o “persuadir” a través de una retórica sofistica constituida en el antecedente más remoto de una ya enquistada “demagogia” con especialistas denominados, por estudiosos contemporáneos, como: “reyes de la demagogia”, “magos de la mentira e hipocresía”; y, hasta “lacras del sistema o sociedad”.

INTELECTUALISMO MORAL SOCRÁTICO

En contraposición encontramos un pensamiento o doctrina socrática, que aseguraba que elpropósito del ser” radica en la búsqueda del bien y la felicidada través delconocimiento”. Definían a la “verdad”“ALÉTHEIA”-,  como “aquello innato y evidente” que al ser universal no podía encontrarse en el interior de cada ser. Anteponían la ineludible necesidad de mantener unidos al saber y virtud, consolidando la teoría-conducta y pensamiento-acción; acotando que, la “virtud” es conocimiento, en tanto que el “vicio” ignorancia.

Será Aristóteles quien, en la línea de este pensamiento, avanzaría más aún, exponiendo en su “Teoría Ética” –La ética a Nicómaco- que, “el fin último del ser es la felicidad” a conseguirse a través de la práctica de “virtudes” que coadyuvarían a ser “buenos seres humanos”. Que, el “conocimiento por sí solo no era suficiente” enfatizando que, las acciones diarias y cotidianas tienen que encaminarse por los senderos de la “virtud” a la que definía como “el hábito de escoger el justo medio entre dos extremos” -el del defecto y el del exceso-.

La “Academia”, establecida por Platón; y, el “Liceo”, fundado por Aristóteles, mantendrían altos y disputados niveles doctrinarios por más o menos 900 años. (Foto cortesía).

LA ÉTICA COMO CIENCIA PARA FORJAR EL CARÁCTER

Aseguraban que las “virtudes” (ARETHAI-EXCELENCIA) pueden irse consolidando a través de un proceso de aprendizaje, cuál sería la “Ética”–Ethos: carácter- a la que consideraban como el “Arte para forjar el carácter” –frente a la lotería natural con alguno de los 4 tipos de temperamento que todos poseemos-. Se acotaba que a través de la “prudencia” –virtud relevante- se podría alcanzar este “justo medio” que impediría retroceder y/o avanzar hacia los extremos a constituirse en “vicios” (como el ser excesivamente cobarde o excesivamente valiente).

Se afirmaba que, a través del arte o enseñanza de la “Ética” se puede forjar el carácter “no solo de la niñez y juventud”, sino, además de las “sociedades y hasta de la misma humanidad” conceptualizando aquello de que el conocimiento,por sí solo,serviría para ganarnos la vida”, en tanto que, la sabiduría, como indispensable complemento,nos ayudaría a vivir”. Necesario entonces buscar que la enseñanza dirigida a niñez y juventud mantenga esta compacta dualidad de: “conocimiento y virtud” y/o “ciencia y humanismo”.

EL “CONOCIMIENTO Y VIRTUD” EN LAS DEMOCRACIAS

En el linaje socrático encontramos a Platón (427a.C-347a.C.), quien fue alumno de Sócrates; y a Aristóteles (384a.C.-322a.C.), alumno de Platón y maestro del gran Alejando Magno. Platón fue escéptico de las “democracias ajenas al conocimiento y virtud” por no considerarlas como sinónimo de “justicia” o “equidad”, señalando que, en éstasradica más bien la “fuerza de la mayoría” antesque la “moral” o la “razón”.

Sería esta “decadente democracia ateniense del momento” la que, con mayoría, terminaría condenando a una muerte injusta de Sócrates, su maestro. Para los socráticos, la virtud garantizaría llevar al hombre a la práctica de la “justicia y vida social” –relación intersubjetiva de los individuos-, en tanto que, su ignorancia impediría obrar conforme a ella. De ahí aquello de que, “…el hombre justo todo lo juzga…”.

Heráclito (Presocrático 535a.C.-470a.C.), consideraba que solo compactándose el conocimiento y virtud, confluiría la “razón” como la adecuada para juzgar correctamente. Cuestionaba a la “sensación”, señalando que: «malos testigos son para los hombres los ojos y los oídos, cuando se tiene almas bárbaras».

EL “CONOCIMIENTO Y VIRTUD” EN LA EDUCACIÓN ECUATORIANA DEL SIGLO 21

Existirá acaso cierta complicidad camuflada entre “Estado” y “Corrientes Ideológicas” de las últimas décadas, que han permitido ir incorporado políticas pedagógicas de enseñanza –endebles-, cuya “pérdida de horizontes” estarían llevando a una evidente “crisis de modelo de vida” que requeriría un re direccionamiento que busque consolidar un sistema de enseñanza que compacte el “conocimiento y virtud”. Estas frágiles políticas educacionales, responderían tal vez a calculadas “imposiciones” que buscarían mantener a una juventud y sociedad frágil, endeble y manejable.

Será necesario acaso, que la actual educación laica reformule sus estructuras reconociendo la presencia de una galopante “crisis de valores”, que estaría acentuando una progresiva deshumanización y desvalorización cuyas fisuras y resquebrajamiento estaría afectando las más sensibles estructuras de un Estado, que tiene la ineludible obligación de asumir un papel más protagónico y responsable garantizando a “niñez y juventud”, una “educación integral” como fuente generadora de progreso, desarrollo y bienestar.

Será necesario que Familia, Iglesia y otros conglomerados asuman un rol más activo, impulsando “propuestas pedagógicas” que exijan, entre otras cosas, retomar asignaturas desechadas o ausentes de las actuales mallas curriculares –no necesariamente religiosas tan satanizadas por un laicismo radical, que hoy muestra toda una amalgama de efectos negativos-, lo cual se habría dado como efecto del Acuerdo Nro.00020-A2016, que sustituyendo “principios pedagógicos críticos” eliminó materias como la Lógica y Ética, incorporando nuevos bloques curriculares de obligatorio cumplimiento para la Preparatoria, Nivel Medio, Superior y Bachillerato; atendiendo, posiblemente, obscuros lineamientos ideológicos, filosóficos y/o políticos.

No se ha intentado acaso, a través de las nuevas mallas pedagógicas, camuflar determinados –y hasta aberrantes– conceptos ajenos por completo a ese justo medio” esbozado por la doctrina socrática, que en el caso que no ocupa, recomendaría garantizar la coexistencia de una pedagogía “prudencial” que evite avances y/o retrocesos hacia esos extremos a constituirse en “vicios”, con grave repercusión a la niñez y juventud frente a lo que exteriorizaría verdades y/o conceptos “individuales”, “subjetivos” y hasta “sectarios”.   

1937. Alumnos de la Escuela Salesiana “Cornelio Merchán”. La disciplina como parte integral de la formación del carácter, siempre se constituyó en pilar fundamental de la vieja enseñanza de niñez y juventud ecuatoriana. (Foto archivo DFRM).

NIÑEZ Y JUVENTUD, CRISOL Y ESPERANZA DE LA HUMANIDAD.

Apremiante e impostergable necesidad la de retomar aquellas hermosas materias como la Ética, Lógica, Moral, Filosofía debilitadas y finamente desestimadas por las nuevas y salvadoras corrientes ideológicas- al interior de la actual, conflictiva y moderna sociedad, que requiere, adicionalmente, una compacta orientación vocacional a desarrollarse desde el hogar y primeros años de estudio; eliminado todas aquellas humillantes y denigrantes trabas, que siguen golpeando a una valiosa juventud flor, crisol y esperanza de la humanidad, que ya con mucho esfuerzo y sacrificio –económico- intenta acceder a la educación de nivel superior.

Cuesta acaso entender que la humanidad se actualiza siempre, en tanto que las generaciones pasan. ¿…Es acaso una antinomia…?: La humanidad pasa, pero permanece en la juventud. De ahí un sueño, la eternidad de la juventud, la eternidad de los ideales humanos a pesar de los avatares. Es por ello que, el conocimiento de la juventud –conocimiento y virtud– tiene que constituirse en el despertar sagrado de la historia y humanidad a través de los renuevos. Un nuevo día, una nueva esperanza. Un ideal que jamás caduca, porque se va renovando.

ALGUNOS HITOS PEDAGÓGICOS AL INTERIOR DE LA “GRAN COLOMBIA” Y “REPÚBLICA”

  • Bolívar buscó establecer el sistema lancasteriano para impartir enseñanza a los alumnos más aprovechados y su posterior replica. En 1810 visitó la escuela lancasteriana “The School at the Borouhth Road”, de Londres.
  • En la constituyente de 1835, Vicente Rocafuerte buscó priorizar la instrucción de masas “cuya falta de educación e ignorancia” fue atribuida como la causante de revoluciones.  
  • José María Urbina (1852-1856), liberalizó la educación superior expidiendo la controvertida “Ley de Libertad de Estudios”. Universitarios podían rendir exámenes y graduarse sin necesidad de matricularse o asistir a clases.
  • En 1869 y 1871, García Moreno, emprendió un reordenamiento curricular reformandola “Ley de Instrucción Pública” e iniciando un “Normalismo” que luego se consolidaría en el periodo liberal.
  • La Constitución liberal de 1906, consagró la Separación absoluta del Estado e Iglesia y la libertad de enseñanza con una Educación Pública laica, gratuita y obligatoria en el nivel primario.
  • En los 80 y 90 Ecuador experimentaría un quiebre en sus políticas públicas a constituirse en réplicas a fórmulas de organismos internacionales –BID y Banco Mundial– cuya grave repercusión afectó radicalmente al presupuesto de la educación.