Cedazo nuevo

Aurelio Maldonado Aguilar

En forma altisonante y aparentemente franca, el nuevo alcalde electo Cristian Zamora, da pautas para prepararnos a su nueva conducción social y ciudadana. Cuenca es ciudad diferente por muchos aspectos y dueña de un conglomerado social, bastante disímil al resto del país, en especial a la costa, razón más que suficiente para ser conducida y liderada por acciones nada comunes y generalizadas. Dice la nueva autoridad, de manera frontal, que es hombre de blanco y negro y no de grises ni colorinches, cosa que suena bien y da la idea de que no es del todo político su discurso y más bien se demuestra como hombre de decisiones. Que levantará a la ciudad si la cárcel “que nos metieron” se vuelve destino de contumaces criminales, asesinos, narco delincuentes, terroristas y pandilleros, pues bien, claro que esto es lo que llevó al asesinato de casi un centenar que se dio en aciaga revuelta, ya que, como cola que se mueve tras los delincuentes, están sus compinches, amantes y malinches, que llevan ordenes sádicas y crueles de sus amos encarcelados, que a pesar de estar tras rejas continúan con sus millonarios y lucrativos negocios del narcotráfico. Que no aceptará los fotoradares y que terminará el millonario contrato que pretende posicionar a este vil sistema de sacar dinero al ciudadano sin mostrarse como impuesto. Que el conductor tiene y debe respetar reglas, claro y nadie lo discute, pero muy lejos está de ser víctima de un radar camuflado o puesto en un lugar estratégico, donde el que no tropieza, cae, con multas de más de 400 dólares. Lejos de mi decir que es un negociado raro su implementación, pero si es entregar una gallina de huevos de oro a los contratistas y por años. Que no dialogará con estas empresas, repite golpeando la mesa y así debe ser. No necesitamos una puerta abierta a la intromisión de un negocio lesivo al ciudadano. Juntar a los alcaldes anteriores, toda gente honesta y que trabajaron por la ciudad, no deja de ser un enorme acierto, pues ellos, experimentados, podrán aconsejarle de la mejor manera sobre algunos puntos álgidos a los que se enfrentará.

Requerimos un liderazgo franco y severo, so pena de seguir la misma suerte del gobierno nacional, que no toma decisiones drásticas e incluso de estado de excepción o de guerra, que es lo requerido hoy. Cedazo nuevo capaz de cernir frontalmente malezas y detritos a los que estamos acostumbrados en el país que boquea, sofocado por delincuencia e inseguridad monstruosa. Suerte Sr Alcalde. (O)