La alfarería como centro de experiencia turística y cultural

Conocer desde donde se obtiene la arcilla, palparla y moldear piezas como las que crean los alfareros es parte de una propuesta de destino histórico, turístico y cultural de Cuenca. Se impulsa a través de visitas a talleres e industria de alfarería.

Darle forma a la tierra fina y recorrer los espacios donde se crean piezas de cerámica es una ruta compuesta con vivenciales artesanales para que propios y extraños conozcan la experiencia desde la intimidad de un alfarero.

Con ese objetivo, el Ministerio de Turismo promueve destinos que se sustentan en el trabajo artesanal y se mezclan con la industria para que los turistas vivan de cerca esta labor.

Así lo explicó María Rosa Aguirre, coordinadora zonal 6 de esta cartera de Estado. “Se trata de que quienes participen de los recorridos tanto en talleres como en la industria, tengan la oportunidad de mirar y usar las máquinas, además de crear sus propias piezas de cerámica”.

Agregó que se busca difundir la historia de las zonas donde se obtiene la arcilla y todo el proceso que conlleva.

Reactivación de talleres artesanales

En Cuenca hay 15 artesanos que están dedicados todavía a la alfarería. Este grupo estaba a punto de desaparecer debido a la falta de apoyo y promoción de su arte.

Sin embargo, en los últimos meses, los barrios donde se ubican y la asociación a la que pertenecen también generaron un plan para su reactivación.

Así lo detalló José Ramón, uno de los alfareros del barrio Tandacatu. Reconoció que en un momento sí estuvieron a punto de desintegrarse como asociación de alfareros, pero gracias a los vecinos de los barrios están nuevamente activos.

Entre los talleres que integran esta estrategia turística está el de José Encalada, un ícono de la alfarería cuencana. Él lleva más de medio siglo trabajando en su arte en la Convención del 45. También está el del artista Pablo Cordero y el estudio de la ceramista Cristina Quinde.

La Coordinadora Zonal del Ministerio de Turismo acotó que en conjunto con el Ministerio de Producción se han propuestos crear espacios de promoción y capacitación para los alfareros de estos lugares.

Artesa se una a la estrategia

Con las manos empapadas de arcilla, Jorge Guaillas no para de moldear la pieza en un torno para completar una vajilla. Él es uno de los alfareros de la empresa industrial Artesa que se une a la propuesta turística cultural histórica de Cuenca.

Esta es una industria cuencana con una larga trayectoria en la elaboración de piezas de cerámica decorativa y utilitaria de alta calidad.

En esta fábrica también labora Édgar León. Este alfarero, con precisión y concentración, crea piezas de una vajilla muy solicitada en el país. Contó que todo el proceso dura alrededor de 30 a 40 días y que se hacen bajo pedido.

Vinculada

Recorrido por la industria cerámica

En el recorrido hay un guía que se encarga de explicar todo el proceso, desde la obtención de la arcilla, el moldeado del producto, cómo colar la arcilla, pulido, pintado y esmaltado de las creaciones.

En una de parada de la ruta, Rubén Cazorla, gerente de Artesa, indicó que en cada una de las piezas hay historia ancentral, los adecentamientos de la cultura Chorrera y la evolución de la cerámica. “Es un enorme legado de la región que debemos mantener”. (I)

Datos

  • 15 son los artesanos que todavía están dedicados a la alfarería en sus talleres ubicados en diferentes barrios de Cuenca.
  • Desde el modelado manual de la arcilla hasta la producción de losas y piezas son parte del recorrido vivencial.