Aire puro

Marco Antonio Piedra Aguilera Twitter: @mpiedra0768

Tan simple como se expone, la disolución de la famosa y desprestigiada Asamblea Nacional aplicada hace pocos días por parte de nuestro mandatario ha sido vista por la gran mayoría de ciudadanos como una media positiva, aceptada con agrado y apoyada a pesar de todas las consecuencias y mensajes que con ella se acompaña una decisión tan drástica como la mentada.

Claro está, no podemos confundirnos puesto que la posición ciudadana no podría considerarse como una posición de apoyo al presidente nacional, muy por el contrario, la aceptación de las decisiones tiene simpatía por haber enviado a la casa a personas desgastadas, de escaza o nula credibilidad, mas no de brindar un mensaje de apoyo al Señor Lasso.

El desgaste político es preocupante, las posiciones de avivato que hemos presenciado en estos días ya no nos sorprenden, la presión social por un cambio en el timón en el direccionamiento nacional es evidente y, las esperanzas que sostenemos por mirar un país administrado con mejores políticas que vayan de la mano con las necesidades sociales aun sigue con un leve hilo de vida.

Ante lo expuesto debemos recordar una vez mas que, todo lo que hemos experimentado en estos días, lo que apoyamos o rechazamos, las consecuencias que sufrimos y las desilusiones que se manifiestan con una frecuencia mucho mas alta de la que deberían hacerlo, depende única y exclusivamente de nuestras manos, tan solo nos basta recordar que un asambleísta ocupa un curul porque nosotros así lo quisimos, y un ecuatoriano adopta el distintivo de presidente de la república gracias a que le apoyamos con nuestra voluntad. (O)