El censo, un espejo real de la migración en Cuenca
La población azuaya ya supera los 800.000, según el VIII Censo de Población 2022 y el VII de Vivienda. Mientras que, Cuenca, con 596.101 habitantes, se convierte en la tercera ciudad con más personas.
Estas estadísticas se obtuvieron luego de visitar 352.922 viviendas en Azuay.
De los registros, destaca que la mayor cantidad de habitantes son mujeres, que la migración de lo rural a lo urbano ha crecido notablemente y que residentes extranjeros prefieren Cuenca.
A esto se suma la brecha en los servicios básicos, sobre todo en alcantarillado, entre lo urbano y lo rural, señala el informe presentado ayer en la ciudad.
Jorge García Guerrero, subdirector general del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) y responsable técnico de los censos 2010 y 2022, comentó que entre las cifras llamativas consta que, en Cuenca, hay más mujeres (314.278) que hombres (281.823).
Asimismo, recordó que la ola migratoria venezolana ha colocado a este grupo poblacional en el primer lugar de residentes extranjeros en el país, lo que incluye a Cuenca.
Siguiendo esa línea, Colombia es el segundo país que más ciudadanos ha colocado en Ecuador. Lo llamativo de esto, de acuerdo con García, es que solo en Cuenca los estadounidenses son más que los colombianos.
Otro de los llamativos datos en el Azuay es que 16.528 hogares indicaron que algún familiar migró fuera del país en los últimos 12 años y no ha vuelto. Solo en Cuenca, la cifra representa el 60,8%.
Algo que también llama la atención, dijo García, es la cobertura de los servicios básicos, sobre todo el alcantarillado.
Sin ser su competencia, entiende que conocer esta deficiencia permitirá a las autoridades locales saber con mayor claridad qué temas se deben trabajar y tomar decisiones.
Para García, es importante explicar ¿para qué sirven los datos del censo? Detalló que es una herramienta que sirve para generar información estadística sobre el crecimiento poblacional y de vivienda; además, de conocer la realidad económica y social del país.
Asimismo, dijo que con esta base de datos, es posible elaborar planes de desarrollo, proyectos y estrategias a cargo de entidades y organismos públicos y privados.
Análisis de los resultados del censo
Luis Tobar, director de la Carrera de Economía de la UPS, analizó los resultados y destacó la marcada brecha entre lo urbano y lo rural.
“En 1955, el 65 % de los habitantes cuencanos vivían en la zona rural y ahora, el 37%”, detalló el docente universitario a El Mercurio.
Con esto evidenció que la migración interna deja ver la ausencia de políticas públicas en la ruralidad para, entre otras cosas, generar más beneficios hacia la agricultura y créditos con bajas tasas.
“Se ve la falta de oportunidades”, explicó.
Otra dato que le llamó la atención es que en Cuenca, Molleturo y Quingeo ha disminuido la cantidad de población.
No obstante, la parroquia Sinincay aumentó el 69 %, en Tarqui el 56 %, en San Joaquín el 44 %, en El Valle 44 %; y, en Ricaurte el 38 %.
A decir de Tobar, los proyectos habitacionales e inmobiliarios son la respuesta. De acuerdo con el censo, ahora aumentó la cantidad de personas que viven en edificios.
Sobre las mujeres que son representantes de hogar, indicó que esto respondería a su nivel de educación y porque Cuenca es una de las ciudades con mayor número de universidades en relación al número de habitantes.
A esto se suma el factor migración, que puede dejar a las mujeres como cabezas de hogar.
No obstante, dijo que se debe revisar si el nivel de preparación de la mujer le ha permitido acceder a una equiparación de sueldos.
Sobre los residente extranjeros, le preocupa que los venezolanos no tengan trabajos plenos y vivan con trabajos no adecuados y en la informalidad. (FCS)-(I)