Sin…
Tito Astudillo Sarmiento
Estiaje, sequía, apagón, cortes, racionamiento, violencia, delincuencia, inseguridad, tráfico, secuestros, asaltos, sicariato, desempleo, subempleo, inflación, pérdida del poder adquisitivo del ingreso, pobreza, marginalidad, abandono…
¿Cómo, en más-menos de un año, se puede convocar todas las distopias y convertirlas en una plataforma de lo cotidiano?
Primero, el camino del colapso pasa por la falta de estrategia; todo manual de planificación es claro, concreto y preciso; sin estrategia el mejor de los proyectos puede resultar un tiro al aire; sin embargo, basado en una estrategia sólida y adecuada; aún la más pequeña intervención puede converger en un puente hacia la meta.
Segundo, sin proyectos, caminando ideas que configura respuesta a estímulos, Pavlov sería feliz estudiando este arco reflejo. Del conflicto armado al incremento del IVA, en medio de los toques de queda, que restringen (también) el derecho al trabajo de un importante sector de la economía vinculado con los servicios; y, provoca incrementos del subempleo y desempleo, presionando sobre la tensión y conflictividad social.
Y, como si soltar la bola de nieve en el borde del precipicio no alcanza, hay que impulsarla; a fin de cuentas, “la locura como la gravedad solo necesita de un empujoncito”, y el empujoncito vino, liberamos el precio de los combustibles y ¡zaz! Lo logramos provocamos un proceso sostenido de inflación y desempleo.
¿Alguien puede argumentar que el incremento del IVA y la liberación del precio de los combustibles no provocan un evento de inflación sostenida?
Sin estrategia, sin plan, sin ideas, sin equipo, sin respuestas ni propuestas; el estiaje, siendo un evento no controlable, no deja de ser un evento previsible y, por tanto, mitigable, pero sin estrategia, sin plan, sin ideas, sin equipo no hubo, hay ni habrá respuestas ni propuestas, sino una suerte de ¡agárrense que vamos en picada! (O)