La gran solidaridad generada en España por la tragedia de las fuertes lluvias torrenciales del 29 de octubre, sufridas sobre todo por la provincia mediterránea de Valencia, se multiplicó ayer con miles de voluntarios que ayudan a los damnificados, mientras los equipos de socorro prosiguen la búsqueda de desaparecidos.
El gran desastre natural, no conocido desde hace decenios, causó al menos 212 muertos en Valencia, siete en la región limítrofe de Castilla-La Mancha y uno en la provincia andaluza de Málaga.
Unas 50 personas siguen desaparecidas y son buscadas en ríos, barrancos y la Albufera (laguna litoral) y la costa valenciana.
Según los datos oficiales, 36.721 personas han sido rescatadas hasta ahora de situaciones de peligro causadas por las inundaciones.
Participan efectivos de emergencia de varias regiones y los trabajos de limpieza y desescombro se han intensificado durante el fin de semana con la llegada de miles de voluntarios, muchos de ellos procedentes de otras muchas partes del país.
Las inundaciones han causado daños materiales multimillonarios en propiedades privadas y públicas como puentes y carreteras, muchas de ellas aún intransitables, y otras muchas infraestructuras y servicios. Telefónica ha completado la recuperación de toda la red de telefonía fija y móvil.
El Consorcio de Compensación de Seguros ha recibido ya cerca de 150.000 solicitudes de indemnización por los daños. Unas 48.000 corresponden a viviendas y 89.700 a vehículos, otras 8.785 son de comercios y almacenes y 2.658 de empresas industriales.
El Ejército permanecerá hasta el final
En las zonas de Valencia arrasadas por la riada (75 municipios afectados) hay desplegados cerca de 2.450 bomberos y 8.500 militares, apoyados con más de 2.071 vehículos terrestres, 12 helicópteros, 18 embarcaciones, 22 perros y un buque polivalente de la Armada.
Además, hay desplegados 9.700 agentes de la Policía y la Guardia Civil y 130 agentes regionales valencianos.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, desplazada este sábado a la base de Bétera (Valencia), aseguró que el Ejército estará “el tiempo que sea necesario” en la zona de la catástrofe.
Lo importante no es tanto la cantidad de efectivos, sino la coordinación y la maquinaria de la que dispongan, según la ministra.
Pero según progresan la búsqueda de desaparecidos, la limpieza y la reconstrucción, avanza también la confrontación política sobre la gestión de la catástrofe. El Ejecutivo central y el gobierno valenciano se han cruzado acusaciones de tardanza sobre cuándo se comunicó la previsión de lluvias torrenciales y cuándo se avisó a la población para que permaneciera en lugares seguros