La vicepresidenta de la República, Verónica Abad, arribó este 20 de noviembre del 2024 a la ciudad de Quito; después de permanecer fuera del país por casi un año, en calidad de embajadora del Ecuador en Israel.
La mandataria señaló que retorna a recuperar, con acciones judiciales, el cargo que obtuvo en las urnas y que se le suspendió a través de un sumario administrativo.
“Regreso al Ecuador para abrazar a mi familia, mi casa, tengo mi familia rota, el núcleo familiar mío ha sido devastado y hoy vengo a abrazar, primero a mi familia; luego a usar los medios legales y hacer una agenda inmediata con las autoridades de control, con las autoridades de justicia, en las que todavía tenemos confianza”, afirmó Abad.
Sobre su condición laboral, Abad afirmó que, precisamente para definir si se mantiene en su cargo de vicepresidenta, espera reunirse con asesores jurídicos y organizaciones sociales, pero también con el presidente Noboa.
“Mi llegada al país es para pedirle, una vez más, que recapacite, que con el país no se juega, que la ruptura constitucional nos va a llevar a un abismo que Ecuador no va a poder regresar por los próximos 20 años, por lo menos, estoy dando la cara al presidente de la República, porque esta persecución debe terminar ya”, afirmó Abad.
Las acciones legales
Aunque le negó las medidas cautelares, la jueza de Quito, Nubia Vera, todavía debe pronunciarse sobre la acción de protección que los abogados de Verónica Abad presentaron para revertir el sumario administrativo con el que se la suspendió por 150 días.
Dominique Dávila, abogada de Abad, señaló que la audiencia se desarrollará el próximo 27 de noviembre, en donde la magistrada deberá definir si cuando el Ministerio del Trabajo suspendió a la vicepresidenta se le violentó sus derechos constitucionales.
“Ser vicepresidenta no es una función en un mandatario de elección popular; es decir, la Vicepresidencia es un cargo, por lo tanto, Verónica Abad está en el cargo, porque la única manera de excluirla del cargo es si la Asamblea Nacional lo decide”, puntualizó Dávila.
A nivel constitucional en este tema se analizan dos procesos más, la acción de inconstitucional presentada por el Partido Socialista Ecuatoriano y el recurso de interpretación solicitado por la Asamblea Nacional.
Según el constitucionalista José Chalco, a la vicepresidenta le quedan algunos recursos legales para reclamar su cargo: la Asamblea puede presentar una acción de conflicto de competencia y Abad una acción subjetiva ante el tribunal contencioso administrativo.
La situación laboral de Verónica Abad
Aunque Abad invitó a los medios de comunicación a visitarla en las oficinas de la Vicepresidencia, a este lugar no podrá ingresar, pues las instalaciones han sido ocupadas por Sahira Moya, secretaria de Planificación, a quien el presidente Daniel Noboa nombró vicepresidenta encargada.
Mientras, Verónica Abad en este momento no cuenta con Quipux (sistema de comunicación interna del sector público), ni con correo electrónico institucional, ni con oficina; además fue despedido su secretario general y al momento solo cuenta con una asesora de Comunicación que es pagada por el Estado.
Además, a su llegada al Ecuador tampoco se le autorizó el uso de la sala protocolar, que normalmente emplean las autoridades gubernamentales, por lo que sus declaraciones las emitió en el lobby de la salida internacional del aeropuerto Mariscal Sucre.
Denuncia que vivió “una atrocidad”
“Una atrocidad, acabo de venir casi un año en un país de conflicto, de guerra, en donde mi vida ha sido amenazada día a día por bombas, por cosas que el ecuatoriano ni siquiera se imagina que podemos hacer”, afirmó la vicepresidenta Verónica Abad a su arribo al Ecuador.
Según la mandataria, en su estancia en Ankara, Turquía, país al que se la envió cuando escaló el conflicto en Israel, vivió prácticamente en una cárcel, sin seguridad y sin pasajes para retornar a Ecuador.
“Se me ha prohibido hablar, se me ha tenido casi encadenada, encerrada, prácticamente, en un hotel en Turquía, en Ankara, me han dejado en total indefensión”, afirmó Abad, quien además rechazó el llamado a juicio a su hijo, Francisco Barreiro, a quien se le acusó de pedir “diezmos” en la Vicepresidencia. (I)