Nacido en Girón, educado en Cuenca y formado como artista en la Universidad Central de Quito; artista expositor en salas de algunos países del mundo, Agustín Patiño clausuró en días pasados una muestra de 66 obras de gran formato en la sala Joaquín Pinto de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en la capital. Su muestra “Amazonas, metrópolis y orillas” es un canto al medioambiente, una exaltación al vínculo de las ciudades con el agua, a la vida familiar, al amor, a la sensualidad.
Entre las obras hay algunas de 4 por 6 metros o de 0,95 por 1,07. Algunas temáticas de su obra son las urbes en conjunción con el mar: Nueva York, Venecia, Providence; escenas de la vida urbana neoyorquina de fuentes y rascacielos; pero también la selva fusionada con el desnudo femenino.
También: imágenes sacadas acaso de los sueños, como una escena surrealista en un río de jungla con autos, desechos urbanos y una ángel yacente sobre el techo de un vehículo. La vida familiar y, Quito, tienen lugar en esta última serie de creaciones del artista como la pintura de una pintora que pinta la plaza quiteña de San Francisco.
Una policromía especial caracteriza la serie del artista: urbes de azul aguamarina, de una mar que lo cautiva; claroscuros de jungla o alcoba donde luce la mujer de belleza exuberante.
“Su estilo recuerda al de los hiperrealistas, (artistas que magnificaban el realismo de sus obras por el tamaño, color, formas, etcétera), de los cuales se diferencia por la intensión denunciadora que pone en algunos escenarios: cementerios de autos, selvas profanadas por la codicia de depredadores, …la proa de un descomunal paquebote turístico en las aguas venecianas…”, escribe Lenin Oña, su exprofesor de Historia del Arte, en el catálogo de la muestra.
Patiño se define como un pintor inquieto por el medioambiente y la sociedad, que da metamensajes por medio de la pintura, mensajes que están subyacentes en las obras.
Como artista, además, reivindica a la pintura, en un tiempo de protagonismo del arte conceptual. Ademas, en sus creaciones da presencia a la naturaleza: “el Amazonas nace para mí en el Cajas: de los arroyos, al Tomebamba, al Santiago y al Marañón” y, lo mismo, siente fascinación por las regiones del Cuyabeno y el Yasuní en el Oriente.
Asegura que sigue “buscando, experimentando y encontrando nuevas formas de expresión”. Su última serie es “una presentación cordial a todos los que se interesan por el arte de hoy, el arte contemporáneo. el arte público, y la gran tradición muralística que hoy por hoy es lo más refrescante en arte público en ciudades y pueblos, convirtiéndolas en verdaderas galerías museos; accesibles a todos”. Es autor de grandes murales de hasta 100 metros, (AVB)-(I)
Perfil
Cuenta el artista que estudió en la escuela Federico Proaño, en el colegio Técnico Salesiano y aprobó el primer año de Arquitectura en la Universidad de Cuenca, allí el arquitecto Jaramillo, su profesor, le dijo que su dibujo era más bien artístico.
Lo confirmó al trasladarse a Quito. En la Universidad Central optó por estudiar Artes. La infancia y juventud aventurera en la campiña azuaya han influido en sus creaciones, que ha expuesto en Ecuador, Colombia, Holanda, Venezuela, Estados Unidos, entre otros. Además, es autor de murales en este país y en Chile. (AVB)-(I)