Asamblea Nacional   

¡Inaceptable resulta lo vivido en la Asamblea Nacional! Esté recinto responde a la más elevada dignidad nacional; sus espacios han sido creados para la elaboración y aprobación de las leyes que deberán regir a los ecuatorianos, además de los necesarios procesos de fiscalización.                       ¡Inconcebible pensar que un asambleísta debiendo exhibir tan elevada representación, se permita confundir espacios y situaciones para convertir a los predios legislativos en sitios de baile y escenario para presentar a bailarinas de tecnocumbia!          

¡Repudiable lo vivido en la Asamblea Nacional, lugar solemne, en donde caben los más altos magistrados, con elevada formación jurídica, para delinear y aprobar las leyes que gobiernen al país!                                                     

¡Con lo sucedido, es hora de establecer límites en la función legislativa! Quienes se presenten cómo aspirantes a legisladores, deberán presentar una hoja de vida acrisoladada, con gran preparación académica y con criterio elevado, ¡para discernir su actuación en tan elevada función pública!                 

 ¡Cómo ecuatoriana rechazo en altas voces, esta deplorable experiencia, por todos lados censurable, en la segunda función del Estado y formulo votos porque situaciones como la vivida correspondan al teatro, a la plaza pública, a las salas de baile y a los bares y nunca a la solemne Asamblea Nacional del Ecuador!  (O)

Dra. María Eugenia Moscoso

Doctora en Comunicación y Literatura, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito. Profesora jubilada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cuenca.

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