El peso de la improvisación

Los indicadores actuales no son alentadores. Aunque el porcentaje de homicidios muestra una leve reducción, los secuestros y extorsiones han incrementado de forma preocupante.

Dado que los problemas económicos y de inseguridad están de regreso en las portadas, se convierten en el centro de la preocupación ciudadana y, por ende, en un atractivo tema electoral.

La ministra Palencia ha reconocido públicamente la necesidad de ajustar la estrategia gubernamental. En un año marcado por el decreto de guerra contra el “terrorismo”, como lo denominó el presidente Noboa, los resultados han sido poco satisfactorios.

Esta reflexión desde el Ministerio del Interior no es más que un eco de la opinión pública, que percibe que, a pesar de decretos, consultas populares, aumentos del IVA y otras medidas, el balance en materia de seguridad sigue siendo insuficiente.

Por otro lado, la crisis energética enfrenta un desafío aún más evidente: la improvisación.

La recuperación del parque termoeléctrico, clave para solucionar esta crisis, se ha visto afectada por contrataciones apresuradas que han generado demoras en la instalación de equipos y pérdidas económicas debido a anticipos entregados a empresas que no han cumplido con los plazos o requisitos.

No es suficiente culpar a las empresas contratadas o a los mandos medios responsables de las firmas. El problema tiene raíces más profundas, y apunta a un contexto de inestabilidad e improvisación que parece partir desde las más altas instancias del poder.

En un escenario de crisis múltiples como el que enfrenta el gobierno de Daniel Noboa, las decisiones estratégicas deben ser tomadas con la precisión y el cuidado de un cirujano.

El país no está en condiciones de tolerar más improvisaciones, ya sea en la compra de generadores para mitigar los apagones o en el diseño de políticas de seguridad que realmente den resultados. Cada error, cada retraso, y cada falta de planificación tiene un costo demasiado alto para un Ecuador que no puede permitirse seguir sintiendo el peso de la improvisación.

REM

REDACCION EL MERCURIO

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