…sin mirar a quien.” Suena a un adagio, aunque sinsentido, pues por lo general, el objetivo de quedar bienyace en complacer a alguien muy bien identificado. Se trata de un propósito de contentar a una persona con un interés final. Tantas decisiones políticas se hacen para “quedar bien” con quien está en el poder. Cuántas sonrisas y tiempo se destinan a fulanito para permanecer en un puesto de trabajo. Se toman actitudes viciadas de las amistades porque nos viene bien caerle bien a la amiga más jocosa o conocida del grupo.
Una siguiente “situación” de quedar bien, y dejando a un lado posibles intereses de conveniencia, está relacionada a la psicología. Me refiero a esa necesidad de recibir aprobación de algún miembro familiar y por quien se es capaz de doblegar la voluntad y firmeza propia por halagar a esa persona.
Una tercera idea puede darse por una forma de engrandecimiento personal, y no llego todavía al término de desarrollo porque considero que las acciones sinceramente buenas no se hacen con la meta de “quedar bien,” sino existen por sí solas, porque se trata de “buenas almas” y no buenas intenciones. Entonces, ¿Por qué permitir que una obra amorosa se vicie de pretensiones escondidas?
Yo creo que a pesar de parecer un ideal, “hacer el bien” no es una utopía. “Hacer,” suena también “a ser” el bien. Ser ese amor puro que pueda servir de inspiración para los demás. Ser en esencia esa persona que ofrece bienestar, paz, luz, gratitud, y bondad. Podemos hacer el bien y ser el bien por designio de vida. Así, en lugar de generar deudas a otras almas, contagiamos a los demás del verdadero sentido sabio que es “hacer el bien sin mirar a quién.” Esto es lo que debemos procurar. Y sería oportuno también aprender a percibir y recibir ese bienestar real que el otro brinda.
Detalles, ponga atención a ellos. A veces, pequeñas muestras de cariño, comentarios positivos, sonrisas,prudencia, y el mismísimo silencio, pueden ayudar y dar vida a una persona mucho más de lo que podría ocurrir con una acción de quedar bien banalmente. De todas formas, quedar bien tiene su dosis de buena voluntad. No importa si se trata de contentar a mamá o papá. Está bien regalar el chocolate a la maestra en su día. Pero podemos cambiar estas acciones a un hecho consciente y de corazón. (O)