Declaratoria en el papel

Lo sostuvimos en un editorial anterior: declarar al Azuay en emergencia vial debe ser con recursos económicos inmediatos, caso contrario es un sarcasmo.
Eso ocurre señor Presidente de la República; señor Ministro de Transporte y Obras Públicas.
¿Para eso declaran la emergencia?
La misma pregunta les hacen en otras provincias afectadas por el invierno inclemente, cuya principal afectación ocurre en las vías, literalmente, la columna vertebral de la dinámica económica del país.
En el caso concreto de Azuay, la situación es insostenible.
Según el prefecto Juan Cristóbal Lloret, hay más de 63 puntos críticos en las vías intraprovinciales, unos tan pero tan críticos, que la suspensión temporal al tráfico vehicular es a diario.
Si en la Cuenca-Girón-Pasaje ocurre, como ocurre siempre, un deslizamiento de gran magnitud, el tráfico vehicular debe desviarse por la Cuenca-Molleturo-El Empalme. Si sucede en esta, la alternativa es la Cuenca-Zhud-Cochancay-El Triunfo.
El Gobierno, concretamente el MTOP, debe saber esa realidad. Por eso declaró la emergencia. Pero consta solo en el papel, como ha sucedido con proclamas anteriores.
Según el prefecto, no hay asignaciones económicas extras, excepto la aprobada para reparar un tramo de la Cuenca-Pasaje, colapsado tras romperse el dique de un reservorio de propiedad privada.
Al GAD del Azuay, responsable de la vialidad rural, también afectada por el invierno, tampoco le transfieren USD 13 millones de dólares correspondientes a 2024.
Las deudas se amplían a otras prefecturas, y desde Finanzas la respuesta es no dar respuestas.
Las inversiones para la vialidad azuaya decrece cada año. La prefectura y los municipios, con sus equipos camineros hacen minga institucional para rehabilitar incluso la red vial estatal, responsabilidad del MTOP para evitar el aislamiento de la provincia.
Emergencia con recursos es la ecuación. Lo contrario es sarcasmo. La provincia merece respeto.

REM

REDACCION EL MERCURIO

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