Este viernes 30 de agosto del 2024, es decir, en dos días, vence el plazo que tienen las organizaciones políticas para definir si en las elecciones del 2025 participarán solas o si concretarán alianzas electorales con otros partidos y movimientos, al momento se negocian al menos dos agrupaciones, pero ninguna se ha concretado.
Hace un mes, el 30 de julio del 2024, se realizó la primera reunión de la Alianza de las Izquierdas, que agrupó a la Revolución Ciudadana (RC), Pachakutik (PK), el Partido Socialista Ecuatoriano (PSE), el movimiento RETO, Centro Democrático y Unidad Popular (ex MPD); el objetivo que se plantearon fue conformar un solo binomio presidencial, tener candidaturas de asambleístas nacionales unificadas y presentar un solo plan de Gobierno.
Con el pasar de los días, la alianza se ha ido desintegrando; el mismo día de la reunión, Unidad Popular dejó claro que no participará junto con el correísmo, en respuesta, Rafael Correa también rechazó la posibilidad de unirse; mientras en PK existen miembros que no comulgan con la RC y viceversa.
Hasta el momento la única organización política que ha confirmado que se unirá a RC es RETO, mientras que Centro Democrático, sin José Serrano como presidenciable, sigue analizando la posibilidad; al igual que PK y PSE.
Si esta alianza de izquierdas no se concreta, el analista político David Barzallo considera que esta ideología perderá una gran oportunidad de conseguir la victoria electoral, pues, tomando en cuenta que en Ecuador existe tendencia a lo pendular, es decir, ir de izquierda a derecha constantemente, lo más probable es que, tras tres gobiernos de derecha, la gente busque una respuesta a sus problemas en el lado contrario.
“Hay que tener en cuenta que en un país en donde se ha desatado la violencia, las personas buscan discursos conciliadores y acordar una alianza electoral da la imagen de que una organización política está dispuesta a dejar de lado sus intereses partidistas, por el bien del país”, recalcó Barzallo.
Alianza en la derecha
De manera pública, Jan Topic, candidato presidencial del movimiento SUMA, anunció que se encuentra en negociaciones para concretar una alianza electoral con el Partido Social Cristiano (PSC); sin embargo, el candidato de esta organización y actual presidente de la Asamblea Nacional, Henry Kronfle ratificó que su postulación está en firme.
El politólogo Rodrigo Jordán ve mucho menos probable que se concrete una alianza de la derecha, principalmente porque quienes militan en esta tendencia tiene un objetivo: ganarle las elecciones a Daniel Noboa, lo cual ven posible ante la caída paulatina de la popularidad del primer mandatario.
“Para el PSC ha resultado beneficioso aliarse, pues desde hace más de 30 años no ha logrado posicionar un candidato presidencial de peso, ahora lo que hay que preguntarse es, qué tan beneficioso es para los otros unirse a un partido debilitado y que, en cuanto ganan se vuelve oposición”, afirmó Jordán.
17 candidatos en camino
Este 27 de agosto del 2024 venció el plazo para que los binomios presidenciales acepten sus candidaturas, según los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), 17 parejas ratificaron su postulación, es decir, si no se concreta ninguna alianza, la próxima papeleta tendrá este número de candidatos a la Presidencia de la República.
Para Medardo Oleas, experto en temas electorales, un alto número de candidatos debilita aún más la democracia del país, pues los ciudadanos difícilmente se informarán de sus propuestas, por lo tanto, el próximo 9 de febrero acudirán a las urnas desinformados.
“Sin embargo, no por disminuir el número candidatos se puede aceptar cualquier tipo de alianzas electorales, las que deberían ser ideológicas y programáticas, pero eso no se puede pedir en un país en el que los partidos no tienen definida su ideología y que solo se unen con el afán, de no desaparecer”, afirmó Oleas.
Incentivos para las alianzas
Con el objetivo de disminuir el número de candidatos, el Código de la Democracia contempla una serie de incentivos para que las organizaciones políticas participen en alianzas electorales, el más importante es la entrega del 20% adicional de lo asignado por el Estado para la promoción electoral, por cada organización política participante.
Además, en el cómputo del porcentaje de votación obtenido por una alianza, se asignará el mismo porcentaje a todas las organizaciones participantes, esto beneficia sobre todo a los movimientos que corren el peligro de no alcanzar el 4% de la votación en dos elecciones consecutivas, lo cual les obliga a extinguirse.
Los beneficios llegan a ser hasta tributarios, cuando las organizaciones políticas realicen alianzas electorales con una duración no menor a dos procesos electorales continuos, tendrán una rebaja del 50% por ciento en el pago del Impuesto a la Renta. (I)