En el neoliberalismo no hay nada que no tenga precio, nada. El mercado es lo absoluto, una institución auto regulada desde la perspectiva del interés individual. El interés genera competencias en su doble acepción: como capacidad y como competición. Me desarrollo en la medida en que compito con el otro al cual deseo vencer. No hay espacio para la igualdad, la lógica es la imposición y el triunfo sobre el otro. Ganar. La derrota no es injusta, es producto de las propias carencias o errores. La libertad es una abstracción que prescinde de las condiciones sociales. Las condiciones sociales son irrelevantes, lo único que importa son los acuerdos desarrollados en libertad y la cantidad de opciones que permiten ejercer la elección. De hecho la libertad solo puede ser entendida como ausencia de coacción para el desarrollo pleno del plan de vida individual omitiendo el espacio-tiempo donde ocurre. Omitiendo el contexto donde se desarrollan los deseos y preferencias, omitiendo los sistemas de adaptación mental, cultural o educativo, en definitiva los sistemas simbólicos. En este escenario la política no sirve para nada, igual tenemos que idearnos formas para seguir con vida, y luchar para proveernos los medios que garanticen la subsistencia. Justo como se hacia en la edad de piedra.
Dr. Sebastián Endara
Ph.D. Quito, 1978. Ensayista, poeta, docente universitario. Especialista en Pedagogía política y pensamiento social. Editor en Jefe de las revistas científicas de la Universidad Católica de Cuenca.
Publicaciones relacionadas
Arrogancia
3 febrero, 2025
Más sobre la liga azul
3 febrero, 2025
La ilusión laboral
3 febrero, 2025
Valoración
3 febrero, 2025
Mira también
Cerrar - Valoración3 febrero, 2025