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Febrero, mes del amor y la amistad, es el momento perfecto para reflexionar sobre cómo fortalecer nuestras relaciones interpersonales. Ya sea en el ámbito romántico o en la amistad, las conexiones humanas juegan un papel esencial en nuestra vida cotidiana.
Según Mariola Fernández, profesora de Psicología en la Universidad Europea, las relaciones humanas juegan un papel crucial en la vida de las personas. Desde un enfoque psicológico y neurológico, tanto las relaciones románticas como las amistosas comparten elementos esenciales como la comunicación, la empatía y la confianza. No obstante, también presentan diferencias importantes en cómo se construyen y se mantienen a lo largo del tiempo. Con base en esto, Fernández ofrece valiosos consejos para quienes desean fortalecer y mejorar la calidad de sus vínculos afectivos.
¿Qué hace que una relación sea exitosa?
- Conexión emocional profunda: las parejas y amigos que mantienen una conexión emocional sólida suelen ser más felices y estables. Además, compartir intereses y valores comunes puede hacer que una relación sea aún más sólida. Lo mismo ocurre en las amistades, donde tener intereses comunes y apoyarse mutuamente en momentos difíciles es fundamental.
- Comunicación efectiva: la comunicación es clave para evitar malentendidos. La experta de la Universidad Europea enfatiza en que dedicar al menos 30 minutos al día para hablar con tu pareja o amigo puede reducir hasta un 20 % las posibilidades de conflictos serios. La clave está en escuchar activamente y mostrar respeto, lo que genera confianza mutua y compromiso tanto en relaciones de pareja como en amistades.
- Empatía emocional: ponerse en el lugar del otro es fundamental para crear una conexión profunda. “Ya sea en una relación amorosa o en la amistad, practicar la escucha activa y validar las emociones del otro son formas de fortalecer ese lazo afectivo”, resalta Fernández.
- Confianza y transparencia: la confianza es un pilar clave en cualquier relación. Las parejas que son transparentes y coherentes entre lo que dicen y hacen tienden a ser más felices y estables. La sinceridad y los acuerdos claros son fundamentales para evitar la desconfianza.
- Valores compartidos: según un estudio de Wilson, las parejas que comparten valores similares tienen hasta un 80 % más de probabilidades de permanecer juntas. Las parejas y amigos que se alinean en sus metas e intereses estructurales, más allá de diferencias superficiales, tienden a tener relaciones más duraderas.
- Gestión saludable del conflicto: los desacuerdos son inevitables, pero manejarlos de manera saludable puede fortalecer los vínculos. Utilizar un lenguaje no violento, hacer pausas durante discusiones intensas y buscar soluciones beneficiosas para ambas partes son estrategias recomendadas.
Además, Fernández resalta la importancia de adaptarse a las expectativas culturales sobre el amor y la amistad. «En algunas sociedades, el amor romántico se enfatiza a través de gestos simbólicos como los regalos y cenas especiales, los cuales se consideran formas tradicionales de demostrar afecto. Sin embargo, en culturas más individualistas, estos mismos gestos pueden ser percibidos como invasivos o innecesarios. Esto refleja la importancia de adaptarse a las expectativas culturales para fomentar relaciones saludables”.
Finalmente, para aquellos que desean mejorar la calidad de sus relaciones, recomienda compartir pensamientos y sentimientos de manera regular, disfrutar de tiempo de calidad juntos y cultivar la gratitud mediante gestos de cariño y humor. Estas acciones no solo favorecen la comprensión mutua, sino que también ayudan a fortalecer y prolongar las relaciones.
«El mes del amor y la amistad es la oportunidad ideal para reflexionar sobre estos aspectos y poner en práctica las estrategias respaldadas por la ciencia, que harán que nuestras relaciones sean más sólidas y duraderas”, concluye Fernández.