
Para el presidente Daniel Noboa, el país necesita ser refundado y para lograrlo, durante su segundo período presidencial, convocará a una Asamblea Constituyente que elabore una nueva Carta Magna, sin embargo, los expertos señalan que esta vía es innecesariamente costosa y demorada, además de que desencadenará en un nuevo episodio de inestabilidad para el país.
Los constitucionalistas José Chalco, Verónica Morales y Tanya Torres coinciden en que la Corte Constitucional difícilmente dará paso a una Constituyente, pues en casi 10 ocasiones le ha negado esta posibilidad a quienes lo han solicitado desde la sociedad civil.
“Un dictamen de 2024 la Corte dijo que hacer una Asamblea Constituyente no es cambiar tres cosas, es la refundación del Estado a través de su Constitución y propone una serie de requisitos más fuertes. Los fundamentos deben tener justificación adecuada, caso contrario, la CC ya dijo que no les va a dar paso”, recalcó Torres.
Para aprobar la nueva constitución los ecuatorianos deberán someterse al menos a tres procesos electorales, el primero será para elegir a los asambleístas constituyentes; además, no existe garantía de que, una vez elaborado el texto constitucional, las personas lo aprueben, pues en Chile, en 2023, fue rechazado.
Una vía más idónea
Para los expertos, el presidente, en lugar de pretender elaborar una nueva constitución, que podría llevar entre uno y dos años, como mínimo, debería centrar sus energías en concretar reformas parciales, que implicarían menos gasto y esfuerzo al país, con solo un llamado a las urnas.
“La Asamblea Constituyente es la forma más gravosa de querer cambiar una Constitución o de querer refundar un Estado, porque la propia CC ha dicho que existe la posibilidad de tocar derechos y garantías”, advirtió Torres.
La constitucionalista Verónica Morales además le preocupa el grado de inestabilidad que le traerá al país el proceso para conformar una nueva Constitución, que seguramente frenará el crecimiento de la economía que, una vez concluido el proceso electoral, ha comenzado a despertar.
“Ecuador no aguanta un proceso político más; la convocatoria a una Constitución nueva implicaría al menos tres momentos políticos, que implicaría al menos un año y medio en el que, estoy segura de que la economía del Ecuador irá en declive, se mantendrá inestable”, afirmó la experta.
Una Constituyente necesaria, pero no por ahora
Aunque el constitucionalista José Chalco coincide con el presidente Noboa, de que el país necesita una Asamblea Constituyente, que haga cambios profundos en su Constitución o elabore una nueva, considera que este no es el momento idóneo para hacerlo, por la existencia de grupos que buscan tomarse la institucionalidad del país.
“Buscarán hacerse de ella, para delinquir y poner en su organización del crimen a los propios; la Asamblea Constituyente se la tomarán quienes detestan la democracia y las instituciones, para poder delinquir”, afirmó el experto.
Para Chalco, la propuesta de conformar a una nueva Asamblea Constituyente no puede presentarse sin antes tener un proyecto de Constitución, que les permita a los ecuatorianos conocer, con claridad, lo que se va a reformar.
“Este apetito de la Constituyente sin un proyecto de Constitución, que no mira que existen vías expeditas e idóneas menos complejas, engorrosas y sin riesgos, ese apetito más podría ser una sugerencia de funcionarios infiltrados del grupo político perdedor”, afirmó Chalco.
¿Qué se debe reformar?
A través de reformas parciales a la Constitución, para las que se requiere de solo 77 votos en la Asamblea Nacional, que el Gobierno los tendría, los expertos coinciden en que el primer mandatario podría proponer el retorno a los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, con lo que se eliminaría el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), que ha sido duramente criticado.
“Lo que se necesita es eliminar el engendro constitucional del Cpccs, eliminar las cinco funciones del Estado para volver a una división tripartita del poder; reconfigurar la conformación del Consejo de la Judicatura; reducir el número de legisladores, creando dos cámaras, un senado y una cámara baja de diputados”, son los cambios que, para José Chalco se deben hacer.
Sin embargo, para los expertos es importante mantener los derechos y garantías logrados en estos 15 años de vigencia de la actual Constitución, además de precautelar el desarrollo jurisprudencial en el que el Corte Constitucional ha trabajado.
- 20 constituciones ha tenido el Ecuador desde 1830, cuando se fundó la República, prácticamente se ha cambiado de Carta Magna cada 10 años.