El fútbol chino entra en la era de los robots y la inteligencia artifical

Mientras los estadios chinos siguen esperando el día en que su selección nacional logre brillar en el fútbol humano, justo un día después del despido de su último seleccionador tras un nuevo fracaso mundialista, el croata Branko Ivankovic. En las canchas de alta tecnología del país los goles ya son cosa de robots.

Allí, entre luces, algoritmos y acero, los campeones no corren sobre césped, sino que avanzan impulsados por inteligencia artificial (IA).

El equipo Vulcan de la universidad de Tsinghua ganó la final de la RoBoLeague por 5 a 3. Este es el campeonato nacional de fútbol entre robots autónomos, en un torneo que combina espectáculo futurista y un desafío tecnológico sin precedentes. Las máquinas podrían vencer algún día a los campeones humanos.

Fútbol sin humanos, goles de IA

El fútbol de la RoBoLeague no es un videojuego ni un simple espectáculo de robots teledirigidos. Aquí no hay controladores humanos detrás del escenario ni manos apretando botones.

En el campo, los protagonistas son robots humanoides autónomos, que ven, piensan y actúan por sí mismos gracias a algoritmos de IA

Una vez tomada la decisión, los comandos se traducen en movimientos precisos que activan sus motores y articulaciones. Los partidos se disputan en formato de tres contra tres, en dos partes de 10 minutos, con reglas similares al fútbol humano. Hay árbitros en el campo y hasta camilleros listos para asistir a los robots caídos. El juego tiene choques, goles salvados en la línea y errores defensivos dignos de un niño de seis años, el nivel que, según sus creadores, han alcanzado estas máquinas.

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