Star Wars II

En un artículo previo, escribí sobre la guerra de galaxias en una analogía a la saga cinematográfica Star Wars, indicando cómo las batallas en los aires cambian el resplandor de estrellas y cometas por arsenales y misiles que se buscan derribar ahí arriba. Los motivos para hacerse de estas armas, afrontar una guerra química, y poseer el riesgo nuclear, son variados, pero no limitados a:

Poder. Y de esta palabrita deducen nuevas condiciones como la hegemonía, pues el país que demuestra supremacía en todo ámbito político, económico, social y claro, militar, le permite tener una mayor influencia y en algunos casos hasta control sobre otros estados. Aquel con este dominio entra además en una posición de manejar las relaciones internacionales y negociar, por ejemplo, un alto al fuego o conseguir la paz. 

Otro aspecto, podría asociarse al temor. Es un condicionamiento permanente, si a un estado se le ocurre atacar al que posee el arsenal en cuestión, teme por las represalias, y sabe que la respuesta podría ser aún peor. Entonces, para darle un término algo más formal, se puede hablar de disuasión. El estado en posesión del armamento disuade a los demás de atacarlo, de ahí que, si se piensa aplastar “el botón,” otros podrían involucrarse y entonces el requerimiento de las armas no solo es en ofensiva, sino también para una situación defensiva. Por ello, en la guerra de estrellas, se interceptan los misiles en el cielo. 

Resulta atroz escribir sobre este tema al día de hoy. Pero vale reflexionar sobre dónde queda la sociedad civil y sus actores (individuos, grupos y organizaciones no gubernamentales). ¿Qué podemos hacer? Ahí está la parte persuasiva desde los actores civiles ante estos escenarios, actores que luchan por la defensa de derechos humanos. ¿Quién gana en una carrera balística? ¿Será que quien menos impactos recibe vence? En otras palabras, el triunfador de un Star Wars será quien más misiles derribe en el aire. Entonces, los efectos de las guerras (y más aún nucleares) inadvierten la verdadera esencia de seguridad de un país. Sin embargo, en la saga cinematográfica, hay un fondo de esperanza y búsqueda por la paz a pesar de las desavenencias. Esperemos que los líderes nucleares, reflexionen, se encuentren y hagan de estos últimos elementos, una nueva hegemonía.

Lcda. Estefanía Chalco

Magister en Gestión Cultural, Licenciada en Estudios Internacionales y Comercio Exterior. Ha ejercido funciones en el sector público y privado ante organismos internacionales. Gestora de proyectos sociales.

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