Los contagios aumentan en Quito en medio de polémica sobre test de COVID-19

La polémica sobre la efectividad de miles de pruebas COVID-19 realizadas por el municipio de Quito arrojan dudas sobre el alcance de contagios en una ciudad donde casi se han triplicado los casos desde que comenzó la desescalada el 3 de junio.

La alerta surgió tras un estudio realizado en México sobre pruebas como las adquiridas por la Alcaldía, que menciona que tienen «poca fiabilidad y sensibilidad», dado que para detectar el virus se requiere de una alta carga viral, comentó a Efe el concejal Bernardo Abad.

POLÉMICA POR LAS PRUEBAS

Ante la información proveniente de México, la Alcaldía pidió un estudio a la Universidad de las Américas (UDLA), que concluyó que «las pruebas son buenas cuando hay personas con alta carga viral».



«La UDLA dice que se mantienen con el 94 % de sensibilidad, siempre y cuando haya 500 copias» por microlitro, indicó Abad.

Pero la Alcaldía ha presentado un informe del laboratorio coreano KTC (Korea Testing Certification) que «estableció que la sensibilidad de la prueba Isopollo es del 95 % en cargas virales de menos de 100 copias sobre microlitro».

La decisión de la Alcaldía de seguir con los muestreos masivos en medio de la polémica genera «muchas dudas» a Abad pues considera que no está claro el tema de la sensibilidad de las pruebas.

Su suspicacia aumentó una vez que el municipio reveló que «en un acuerdo con el proveedor se reemplazará un lote de 50.000 pruebas en un plazo de 10 días» y que «se ha impuesto una multa de 174.000 dólares al proveedor«.



«Si es que todo estuvo legal en la compra, como dicen, ¿cómo pueden ejecutar una garantía?«, se preguntó el concejal.

Señala, además, supuestas «inconsistencias» en el proceso de adquisición de las miles de pruebas por parte del municipio y asegura que las que llegaron «no eran pruebas PCR sino RT Lamp», distinto a lo anunciado.

VIENEN SEMANAS «MUY DURAS PARA QUITO»

Abad dijo que, hasta el momento, el Ayuntamiento habría realizado algo más de 15.000 pruebas gratuitas y la «mayoría, si no todas» las adquiridas, «caducan entre septiembre y octubre» por lo que dudó de que se logre usar todas antes de que expiren.

Para el concejal, «lo óptimo» sería que la población se sometiera masivamente a las pruebas, pero el alto costo de las mismas, complica la situación de una ciudad castigada por la crisis económica.

Ante ello, laboratorios y empresas privadas se han unido para bajar costes casi a la mitad y facilitar el acceso a la población.

«Era evidente lo que pasó en Italia y España, donde se concentró en hacer pruebas esperando que el virus toque a tu puerta y lo que quiere hacer esta iniciativa es ir a buscar el virus antes de que el virus toque a la puerta de los hospitales«, dijo a Efe Santiago Aguirre, gerente del laboratorio Synlab.

Esa firma y Simed, proveedora de equipos e insumos médicos, se aliaron con el grupo Dk Management Services, operador de varios los centros comerciales, para tomar muestras en varios de esos espacios y facilitar el acceso de la población.

Cristina Moshenek, gerente de DK, dijo a Efe que mientras más personas sepan cuál es su situación frente a la enfermedad, se podrán adoptar mejores acciones individuales e, incluso de sanidad pública, para controlar el avance del coronavirus en un momento crítico para la ciudad.

Según los datos oficiales, el 3 de junio, cuando comenzó la desescalada, Quito reportaba 3.842 contagiados, cifra que hoy subió a 10.035, con un sistema de salud que hace días trabaja al máximo de su capacidad.

Para Aguirre, la cuarentena aplanó el pico de contagios, pero no se hicieron la cantidad de pruebas suficientes que permitan tener más clara la situación -especialmente de los asintomáticos- y que la desescalada sea más efectiva.

Y por ello advirtió: «Vamos a tener unos finales días de julio e inicios de agosto muy duros para Quito». EFE

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