Sobreprecio

Aurelio Maldonado Aguilar

Existen muchas formas de robar, empezando por el arranchador de carteras, forma de los ladrones de poca monta y cuando no, los timadores en negocios y pagos de diferentes productos, transacciones o vienes, donde la ingenuidad y la confianza desmedida favorecen el hurto. No olvidemos que hoy existe una nueva modalidad y muy efectiva que es aquella ligada a los adelantos cibernéticos, computadoras y celulares, donde y de una manera muy astuta, toman nuestros datos y en lo que media un clic, ya nos sustrajeron nuestro dinero y sin conocerle al ladrón y mucho menos poder reclamarle. Tarjetas de crédito y cosas por el estilo, es pan del día de lamentos de ingenuos y confiados que entregan claves y requerimientos personales, para facilitar el hurto. Pero como la política se vuelve cada vez más corrupta, el sobreprecio es una manera muy simple de robar y casi legalmente. Para muestra un millón de botones. En los últimos años de nuestra repugnante revolución ciudadana, el sobreprecio fue prácticamente una conducta común, sabida y aceptada de toda autoridad y gobierno, tanto estatal y sus ministerios, como de alcaldías, prefecturas, IESS, milicia, policía etc y toda institución incluso privada que pueda tener esta facilidad de hurto.

Cuenca fue siempre un ejemplo donde las autoridades que elegimos, fueron del más alto respeto, dignidad y honestidad, pues jamás tuvimos un escándalo en nuestras instituciones, cosa que por ello convencido pido a todos los santos, que jamás se produzcan estos viles y escandalosos sobreprecios.

No lo digo yo, pues creo en nuestra autoridades, pero ahora el periodismo es investigativo y se encuentra circulando en un portal XYZ y con el nombre inclusive de la periodista que comenta sus investigaciones y pide comentarios, algo que de ser cierto, caería en el sobreprecio más claro, pues ella insiste en que luego de investigar en muchos viveros y comparar precios, llega a la conclusión de que los árboles que embellecen nuestra preciosa ciudad, tienen y muy altos costos pagados por el municipio. Dice que, en los viveros, un arupo está en 70 dólares y el municipio paga 262,89. Un jacaranda 70 en vivero y 304.29 paga el municipio y así también el cholán en viveros 30 y el municipio paga 252,59 y el falso arce 8 y paga el municipio 142.83, aparte de que en Yanaturo nuestra institución tiene un vivero que la periodista asegura, tiene 70.000 plantas para reforestación de la ciudad. No quiero ni pensar que tengamos este tipo de virus en nuestras pulcras instituciones, pero si la periodista pide comentarios, me gustaría mejor escuchar explicaciones razonables, de ser cierto la denuncia periodística. (O)

Dr. Aurelio Maldonado

Médico otorrinolaringólogo. Profesor universitario. Presidente de varias instituciones y de Congresos. Escritor.

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